NUEVAS VOCACIONES
Una profesora de Historia de Álava decide dejar su trabajo y su vida da un giro drástico: "Un vacío profundo"
Virginia, doctora en Historia del Arte de 42 años, ingresa en las Clarisas de Salvatierra coincidiendo con el salto a la vida religiosa de otras dos jóvenes vitorianas
Vitoria - Publicado el - Actualizado
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Virginia, vitoriana de 42 años, parecía tener la vida resuelta. Era doctora de Historia del Arte por la Universidad Pública del País Vasco (UPV), donde dio clases, y tenía un trabajo fijo. Pero un vacío muy profundo crecía en su interior, "un hueco que no se calmaba".
Tampoco lo hizo cuando se dedicó a los demás tras estudiar, después auxiliar de enfermería ni cuando comenzó a cuidar a personas mayores como voluntaria de Cáritas.
Virginia nunca había perdido el contacto con las Clarisas de Salvatierra desde que las conoció con 24 años para realizar un trabajo relacionado con su tesis doctoral. De las hermanas le impresionó su "alegría" y "su acogida", así que pasados los años y aprovechando la amistad fraguada a comienzos de este año tocó a su puerta otra vez.
San Francisco y la pobreza, detrás de la llamada
Pasó el mes de febrero en el convento como "experiencia vocacional" y encontró su destino. "A los pocos días vi una frase de San Francisco sobre la pobreza y dije esto es lo mío, me encajó", cuenta en COPE Euskadi Virginia.
El camino no ha sido fácil. Una vez encontrado toca un largo periodo hasta convertirse en una hermana más, entre tanto Virginia disfruta de una compañía muy especial. De las hermanas recuerda que desde el principio "parecía que lo tenían todo sin tener nada de lo que la mayoría de la gente buscamos, lo que ves en ellas es como el reflejo de Jesús".
Virginia nos cuenta que estará donde el convento necesite si bien nos confiesa que las tareas del obrador, de donde salen unos dulces deliciosos, y tocar la música de la liturgia le llaman más la atención.
Convivencias
Ambas son tareas que podrán realizar las jóvenes mayores de 16 años que se animen a realizar convivencias con las Clarisas de Salvatierra -aún está abierto el plazo- del 8 al 11 de agosto.
Como Virginia otras dos jóvenes de Vitoria han decidido recientemente embarcarse en la vida contemplativa, María de 26 años, abogada en el ejercicio de su profesión, ha ingresado en la congregación de Iesu Communio de Burgos y Rebeca de 32, tras pasar por varias profesiones, ha entrado en el aspirantado dominico de esta comunidad sumándose así a las 5 actuales monjas dominicas de la capital alavesa.
"De esta manera estas tres vitorianas han podido discernir con pausa y sin prisa su futuro y han comprobado que la vida religiosa en la Iglesia tiene un camino propio y amplio, donde todas coinciden en seguir a Jesús a través de distintos carismas y estilos. Las tres chicas siguen así, pues sus propias etapas formativas –experiencia vocacional, aspirantado y noviciado– tal y como marca la Iglesia", señala la Diócesis de Vitoria en una nota.