Esta es la capital vasca en la que el 80% de sus habitantes está satisfecho de vivir
Según algunos estudios de psicología urbana, mejorar nuestras ciudades tiene una importancia notable en la mejora del bienestar general y emocional de las personas que las habitan

El urbanismo también influye en nuestro bienestar
Bilbao - Publicado el
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En las últimas décadas, la población urbana ha crecido a un ritmo acelerado y se estima que para 2050 dos tercios de la población mundial residirá en ciudades. Este crecimiento trae consigo cambios sociales, económicos y ambientales que influyen directamente en la calidad de vida de sus habitantes. Dentro de este contexto, el diseño y la planificación urbana juegan un papel crucial en el bienestar emocional de la población.
Esta premisa ha sido el punto de partida del reciente estudio presentado por Bilbao Metrópoli 30, una asociación público-privada que promueve el desarrollo económico, social y urbano del área metropolitana de Bilbao. Su directora, Idoia Postigo, ha explicado en COPE Euskadi los detalles y conclusiones de esta investigación.

Visitantes en Bilbao
Un estudio con una mirada positiva
El informe parte de una visión optimista sobre el urbanismo y su influencia en la salud mental de la ciudadanía. “Existen numerosos estudios que evidencian los impactos negativos de la privación espacial en la salud física y mental. Nosotros queríamos darle la vuelta y analizar cómo podemos diseñar espacios urbanos que generen un impacto positivo”, explica Postigo.
Para ello, Bilbao Metrópoli 30 desarrolló una encuesta en la que se pedía a la ciudadanía identificar lugares en su entorno que se asocien con distintos aspectos de la inteligencia emocional. Se plantearon preguntas como: ¿Dónde buscamos tranquilidad y paz? ¿Dónde socializamos? ¿Cuáles son los espacios que nos inspiran y motivan de cara al futuro?
Los resultados permiten extraer conclusiones sobre los factores que convierten a ciertos espacios en lugares de bienestar. Con esta información, junto con el aporte de representantes municipales, se han elaborado una serie de recomendaciones para fomentar entornos urbanos que contribuyan al equilibrio emocional de sus habitantes.

Abandoibarra, Bilbao
Elementos clave para el bienestar urbano
Uno de los aspectos más reveladores del estudio es la importancia de la naturaleza en el bienestar emocional. Idoia Postigo aclara que “no solo hablamos de grandes espacios naturales como las playas o los montes, sino también de la naturaleza urbana: parques, plazas y paseos”. Estos entornos no solo ofrecen tranquilidad y recogimiento, sino que también favorecen la socialización.
Otro hallazgo clave es la relevancia de la identidad arquitectónica y el simbolismo de ciertos lugares. La ría de Bilbao, por ejemplo, ha sido identificada por numerosos participantes como un espacio de gran valor emocional y de conexión con la ciudad. Del mismo modo, lugares emblemáticos como Azkuna Zentroa, el Bilbao Exhibition Centre y el Museo Guggenheim han sido señalados como puntos de referencia que generan sensaciones positivas.
El estudio también pone de manifiesto la relación entre la proximidad geográfica y la percepción de los espacios urbanos. Se ha observado que en municipios cercanos a Bilbao, los habitantes identifican tanto lugares de su localidad como de la capital vizcaína, mientras que en zonas más alejadas, la referencia a Bilbao es menor y se priorizan los espacios locales.

Panoramica de Bilbao
Bilbao: un modelo de transformación urbana
La investigación también resalta la transformación que ha experimentado Bilbao en las últimas décadas. “Desde que comenzamos a trabajar en 1992, hemos sido testigos de una profunda metamorfosis, no solo a nivel físico e infraestructural, sino también en la mentalidad de la ciudadanía”, afirma la directora de Bilbao Metrópoli 30 en los micrófonos de COPE Euskadi.
La evolución de la capital vizcaína, de una metrópolis industrial a una ciudad moderna y culturalmente vibrante, es un ejemplo de cómo el urbanismo puede redefinir la identidad y el bienestar de sus habitantes. Sin embargo, según Postigo, los retos continúan: “Nuestra labor es seguir preguntándonos qué es lo siguiente y cómo queremos que Bilbao y su metrópolis evolucionen en los próximos 15 o 20 años”.
Este estudio de Bilbao Metrópoli 30 refuerza la idea de que el diseño urbano no solo impacta en la estética y funcionalidad de una ciudad, sino también en el bienestar emocional de sus habitantes. La integración de disciplinas como la psicología, la sociología y la antropología en la planificación urbana podría marcar la diferencia en el futuro de nuestras ciudades.