Claves de la nueva ley educativa de Euskadi

Una de las preguntas que suscita la reforma educativa 30 años después de la anterior ley impulsada por el socialista Fernando Buesa es qué pasa con los modelos lingüísticos y el euskera.

La respuesta es que las actuales alternativas para estudiar en euskera (modelo D), en castellano (modelo A) o en bilingüe (modelo B) se mantienen según aparece en el prólogo para atender a la exigencia de los socialistas aceptada por el PNV que hizo descabalgarse del consenso a EH Bildu, que entiende que ese marco está “superado” y evita una mayor inmersión en euskera.

Lo cierto es que en la práctica el euskera es la lengua dominante en las aulas. La mayoría de colegios sólo oferta modelo D, pocos son los que tienen el modelo B y el A, en castellano, es residual y está condenado a la marginalidad. Según la nueva norma quedará en manos de la famosa “autonomía de los centros” qué modelo ofertar y será el euskera el "eje central” del sistema educativo.

¿Cómo se garatinzará la gratuidad?

Uno de los cambios más importantes es la gratuidad de todo el sistema, que engloba a la red pública y a la concertada (centros religiosos, cooeprativas e ikastolas). Según el texto normativo ningún centro podrá cobrar cuota alguna, ni de manera encubierta, por impartir enseñanzas obligatorias. Para garantizar el cumplimiento de esta exigencia el Departamento de Educación del Gobierno vasco realizará auditorías e inspecciones.

En COPE País Vasco Alejandro Saurina, director de Nclic School, lo ve "muy difícil". "El Gobierno vasco tendría que subir mucho la financiación de los conciertos, si bien tenemos otros servicios (los centros concertados) a través de los cuales las familias ponen su granito de arena", ha señalado.

Otro aspecto que critica es que se trata de una norma "muy política" que no se centra tanto en la parte "pedagógica", que es en lo que "estaría de acuerdo todo el sistema educativo" porque hay que mejorar los peores resultados obtenidos por los alumnos vascos en los informes PISA.

Para abordar el problema de la segregación de los alumnos por motivos socioeconómicos o por sexo la nueva norma obliga a una redistribución de los estudiantes que puede obligar a no entrar en el centro elegido.

También los agentes de la escuela pública vasca critican la nueva ley al entender que prioriza a la red concertada.

El Parlamento Vasco aprueba este jueves de forma definitiva una de las leyes más importantes de la legislatura con el único apoyo de PNV y PSE. Se derrumba el deseo del lehendakari de contar para este proyecto estrella con un amplio consenso.

Primero se desvinculó del Pacto educativo -germen de la ley- Podemos por no prestar suficiente atención a la escuela pública y después EHB por no profundizar más en la enseñanza en euskera. PP, Cs y VOx siempre han estado en contra de una norma que carece de mejoras pedagógicas y peca de inmersión lingüística.