Estos son los peros que ponen los vascos a los inmigrantes

Euskadi se muestra tolerante con la inmigración. Pero le pone condiciones. Más de la mitad de los vascos, el 52,8%, solo permitiría la entrada de migrantes si es con contrato laboral. Así lo revela el último estudio de Ikuspegi, el Observatorio vasco de Inmigración, que también señala que casi un 15,8% de los encuestados es reacio a la llegada de inmigrantes, un 35,5% "ambivalente" y el grupo mayoritario, del 48,6%, tolerante.

Un nivel de bienvenida, subraya la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva, que ha bajado respecto al que hubo cuando estallaron la pandemia o la guerra de Ucrania y al que perjudica el discurso xenófobo que ha proliferado en muchas latitudes.

"Tenemos que estar alerta, porque no somos impermeables al contexto internacional y el discurso de rechazo se cuela muy fácilmente en el imaginario. Se han abierto espacios de impunidad en los que (los intolerantes) se sienten más libres para mostrar su opinión y eso puede arrastrar a los ambivalentes".

natalidad y economía

Además, en la aceptación pesan la caída de la natalidad y la falta de mano de obra en ciertos sectores. Y es que dos de cada tres vascos consideran a los migrantes necesarios para la economía y siete de cada diez, imprescindibles para combatir el envejecimiento de la población.

A esa apertura un tanto utilitaria ha hecho referencia la directora Shershneva: "no estamos hablando de rechazo a la inmigración, pero si nuestra apertura se basa únicamente en la necesidad económica puede ser un discurso un poco peligroso".  

los discursos xenófobos calan

Por su parte, la consejera de Reto Demográfico del Gobierno vasco, Nerea Melgosa, ha admitido que en Euskadi también calan los "clichés negativos", tales como que los migrantes se llevan las ayudas o que baja el nivel de las aulas. “Hay que combatir la desinformación y reforzar los valores solidarios de una sociedad diversa”, señala.

Aunque solo el 9 % considera la inmigración entre los tres principales problemas de Euskadi, los vascos tienden a sobrestimar su peso: creen que los extranjeros representan el 24 % de la población, cuando el dato real es del 13,2 %. Además, persiste la idea de que la mayoría procede del Magreb, pese a que el 73 % es de origen latinoamericano.