"Vivimos de espaldas a la muerte", advierten las funerarias desde Bilbao

"La vida es un viaje que va de la cuna a la tumba. Llegamos con los ojos cerrados y nos vamos con los ojos cerrados. Pero mientras estemos aquí mantenedlos abiertos". Así acabó su monólogo este jueves en Bilbao Luis Piedrahita, para que hablar de la muerte deje de ser un drama.

El humor, la música o el teatro son algunos de los recursos de los que ha tirado la Asociación Nacional de Servicios Funerarios, Panasef, para naturalizar la muerte y romper tabúes en torno a un tema sobre el que piden hablar más. 

urnas biodegradables

Lo hacen hasta este viernes más de 300 profesionales en el tercer Fórum Panasef que acoge el Palacio Euskalduna para reivindicar el servicio esencial que ofrecen y para abordar los retos del sector.

Entre ellos la mayor personalización y digitalización que reclaman las familias en las despedidas, y la menor contaminación que exige el planeta. Así nacen las "urnas biodegradables", los "ataúdes de madera sin barnices" o los libros de despedidas online, según explica en COPE Euskadi desde Panasef, Alejandro Quinzán.

El Palacio Euskalduna está lleno de niños de colegios invitados a talleres y un teatro sobre la película Coco. Quinzán lamenta que "vivimos y estamos educados de espaldas a la muerte" y reivindica que hay que explicar a los pequeños que esto de la vida es pasajero. "Son los mejores interlocutores, como no tienen filtros te hacen todas las preguntas. Cuando lo entienden se van a relacionar con la muerte y con el duelo de una forma mejor".

menos masculinizado

El sector funerario, que se define como el último eslabón del sistema sanitario, presume de que cada vez está menos masculinizado. En el último año 2 de cada 3 contrataciones fueron a mujeres, que suponen ya el "40% de las plantillas". Sobre todo, apunta Quinzán, se buscan perfiles con "formación en asistencia y psicología" para acompañar a las familias en el tanatorio.

El funerario es un sector con un "nivel de satisfacción del 90%". La muerte un lugar común que no da pie a reclamaciones ni a cancelaciones.