Este es el artista bilbaíno que viralizó sus obras en Instagram: "Me he reencontrado con la pintura"

El pintor bilbaíno Iñigo Marchante, apasionado del dibujo desde que era niño, se viralizó hace un par de años en redes sociales tras retomar su talento como artista. Y es que, este joven vizcaíno empezó a pintar en su infancia. Una pasión que le llevó a ser alumno en el estudio de Javier Romero y cursar dos años de Bellas Artes en la UPV/EHU.  

Tiempo después, Marchante comenzó a pintar de manera independiente durante unos meses en el estudio Yoko, un local de Rekalde gestionado por alumnos de Bellas Artes. Sin embargo, su rumbo cambió al marcharse a Londres en busca de nuevas experiencias que dejaron su lado artístico en un rincón. 

Años más tarde volvió a encontrarse con su pasión al toparse por casualidad con las obras que siendo un adolescente había creado y se habían quedado guardadas en un rincón de la casa de su madre. Con alegría e inspiración redescubrió el origen de su talento y comenzó a publicar sus piezas artísticas en su cuenta de Instagram. Un red social que le abrió las puertas del éxito. De manera instantánea sus cuadros empezaron a viralizarse hasta lograr un importante reconocimiento a nivel local. "Para mi la pintura y el dibujo siempre fueron algo natural, pero en un momento dado tuve un bloqueo aunque sabía que lo retomaría pero no sabía muy bien como hacerlo", asegura Marchante

Actualmente, las obras que han ido acompañando su vida desde 2007 hasta el día de hoy están visibles en su nueva exposición bajo el título 'Retratos encontrados'. Lienzos que le han servido para valorar el presente y fluir sin sentir la presión instaurada por su mirada autocrítica."El volver a casa después de tantos años con otros ojos más frescos me sirvió para ver todo de otra manera, sin ser demasiado crítico y así disfrutar", cuenta. 

Como representación de la pasión perdida que finalmente encuentra en el arte, las salas de YIMBY Sota se sumergirán hasta el próximo mes de enero en una colección que mostrará un viaje poético protagonizado por 14 retratos  con una combinación de técnicas variadas entre las que se encuentra el carboncillo, óleo, acrílico, tintas y pastel. "Los momentos en los que se realizaron las pinturas son diversos, algunos son de antes de que marchara a Londres y otros son de esta época más reciente cuando me he reencontrado con la pintura", dice el artista.