La queja de una repartidora de Correos al ir a un piso a entregar una notificación: "¿No sabe cómo se llama?"
Se han vuelto virales los problemas con los trabajadores de las empresas de repartos a domicilio, pero, en ocasiones, estos también tienen que lidiar con usuarios irresponsables
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En la mayoría de los casos, el sistema funciona a la perfección y todos los paquetes o cartas llegan a sus destinatarios tal y como estaba previsto. Correos lleva muchos años trabajando y sus repartidores tienen muchas anécdotas, algunas negativas como la de esta trabajadora de Bilbao que relata lo que le sucedió al entregar una notificación.
Desde hace ya unos años realizar compras por internet es un hábito común. Las tecnologías y las nuevas formas de consumo han hecho que cada vez que alguien quiera comprar algo, considere la opción de adquirirlo online para recibirlo en su domicilio. Correos fue de los primeros en adaptarse a esto, aunque ahora existan muchas empresas.
En los últimos tiempos, con la proliferación de las redes sociales, se han hecho muy comunes las quejas de los usuarios con los servicios que presta la compañía estatal. De hecho, la CNMC ha llamado la atención al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sobre los incumplimientos de Correos en algunas de sus actividades.
Pero la realidad también es que estos trabajadores que dan la cara por la empresa se encuentran con usuarios maleducados o situaciones que les ponen en dificultades a la hora de hacer su labor. No todos los ciudadanos reciben siempre de la mejor forma a los repartidores de Correos.
Correos
La organización del correo en España tiene como punto de partida el Imperio Romano, gracias a su gran red viaria en la Península Ibérica llegaron los primeros atisbos de servicio postal. Sin embargo, el correo no fue responsabilidad del estado hasta 1716, con Felipe V en el trono, con la Renta Real.
El siglo XVIII supuso para Correos el asentamiento en nuestro país, gracias a los primeros buzones, a la racionalización de tarifas y a la creación de los servicios de lista, apartados, impresos y periódicos. Además, apareció la figura del cartero y en 1756 se creó el Cuerpo de Carteros Urbanos.
Las mujeres llegaron a Correos antes que a otras compañías, el servicio fue pionero en la incorporación de las mujeres al trabajo. En 1882 ya contaba con una plantilla mixta. Una de esas mujeres fue la política Clara Campoamor, que en 1890 consiguió una plaza como funcionaria del cuerpo.
Uno de los grandes hitos del siglo XX fue la difusión de los buzones domiciliarios, gracias a ellos los ciudadanos empezaron a recibir sus cartas más cerca de sus casas con los nuevos códigos postales, que entraron en vigor un año antes, en 1981. Desde entonces, muchas notificaciones las recibimos ahí, aunque otras siguen requiriendo que sea de forma presencial.
La queja de una repartidora
Fue con este motivo cuando se produjo el desencuentro que narra una joven repartidora de Correos en Bilbao. La trabajadora explica en este vídeo el desafortunado encuentro que tuvo con un vecino de la ciudad vasca al tratar de entregarle una notificación, después de hablar por el telefonillo y subir hasta el quinto piso en el que vivía.
No cabe duda de que la situación que narra la repartidora es extraña, ya que abajo dio un nombre con el que le abrieron y ya en el piso le comunicaron que no vivía nadie con ese nombre allí. La trabajadora hizo lo que tenía que hacer, pero se encontró con una situación un tanto rocambolesca.