arqueología
Buscan restos de la muralla medieval de Lorca bajo esta casa del casco antiguo
El ayuntamiento ha expropiado la vivienda y ejecuta el derribo en busca de vestigios de la torre 9 del recinto fortificado y del paño 13 del muro
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El ayuntamiento de Lorca ha comenzado el derribo de una vivienda en la calle Gigante que acaba de expropiar, porque su demolición hará aflorar un tramo de muralla medieval oculto bajo la construcción, que está situado junto al Porche de San Antonio una de las entradas al recinto amurallado que aún se conserva.
La concejala de Urbanismo, María Hernández, y el arqueólogo Clemente Hernández han supervisado las operaciones de derribo, y han explicado que bajo el pavimento de la casa se espera encontrar parte del muro posterior de la torre número nueve del recinto fortificado y un tramo del paño número 13 de la muralla, sobre la que se construyó la vivienda, en el arranque de esa cortina hacia la plaza de España.
Se calcula que unos 280 metros longitudinales de la muralla medieval están ocultos entre las edificaciones de las calles Cava y Zapatería y el derribo de esta vivienda permitirá unir las dos vías en ese punto, en su confluencia con la calle Gigante.
La muralla medieval de Lorca estaba compuesta por grandes lienzos de piedra a los que se adosaban torres prismáticas y que a comienzos del siglo XVI el crecimiento de la ciudad extramuros hizo que la muralla queda engullida a uno y otro lado por construcciones que terminaron ocultándola.
Una vez que se derribe la casa y afloren los restos arqueológicos estos serán señalizados para que sean visibles y para entender mejor la muralla, que es "una gran obra de ingeniería civil" que determinó la configuración de la ciudad y su crecimiento posterior y que tiene "un gran valor simbólico", ha explicado el arqueólogo.
Hasta ahora las obras realizadas en muchos inmuebles de las calles Zapatería y Cava han permitido trazar un plano de la muralla medieval y situar en ella las distintas torres y ahora la intención del ayuntamiento es que pueda ir aflorando y recuperar lienzos de muralla y torres, ha indicado la concejala.
A principios del siglo XXI se hizo un importante esfuerzo y se lograron sacar a la luz 190 metros de muralla construida entre los siglos XII y XV, que fueron rehabilitados, en el barrio de San Juan y que las actuaciones tras el terremoto permitieron la puesta en valor de la Torre Rojano, frente a la Casa del Artesano, la número nueve y el Porche de San Antonio, la única puerta que queda de las que daban acceso a la ciudad en el siglo XIV.