Lorca adapta varias calles del casco histórico a la zona de bajas emisiones

Varias calles del casco histórico de Lorca están en plena remodelación para adaptarse a los requerimientos de las zonas de bajas emisiones, obligatorias para los municipios de más de 50.000 habitantes.

La última en sumarse a ese proceso ha sido la calle Cuesta de San Francisco, en la que los trabajos tienen un presupuesto de 136.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses.

Servirán para mejorar la accesibilidad y el tráfico mediante la creación de itinerarios peatonales con la construcción de dos nuevas aceras de dos metros de ancho y una plataforma única semipeatonal, con una calzada de 3,60 metros.

Los trabajos incluyen la retirada del firme de adoquines, que será sustituido por otro de asfalto impreso, ha dicho la concejala de Desarrollo Local, Rosa Medina, y la construcción de las dos aceras obligará a reducir la circulación y la velocidad en la vía que pasará a tener un solo sentido de tráfico.

Las obras mantienen cortada al tráfico la calle y la Policía local ha establecido itinerarios alternativos de tráfico, que están señalizados.

Los trabajos en esta vía se suman a los que están en marcha en las calles Juan de Toledo, Villaescusa y Santiago, situadas en el casco histórico que están incluidas en los circuitos turísticos de esa zona monumental y en las que el consistorio invierte 425.000 euros procedentes de una subvención de fondos europeos canalizada a través del Plan de Sostenibilidad Turística.

En ese caso las obras afectan a una superficie de unos 1.600 metros cuadrados e incluyen la renovación integral de las infraestructuras soterradas y de los pavimentos, y la mejora de la accesibilidad, que se se conseguirá con un vial en plataforma única, con aceras de adoquín y calzada de asfalto serigrafiado.

Serán sustituidas 16 luminarias por otras más eficientes y se construirán 190 metros lineales de colector de pluviales, que no existe en la actualidad y que era una reivindicación vecinal