MURCIA
Cincuenta y cuatro personas duermen a diario en las calles de Murcia
Son datos proporcionados por Jesús Abandonado. En COPE Murcia, una de sus trabajadoras sociales, María Fernández, nos ha hablado de su día a día.
Málaga - Publicado el - Actualizado
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Detrás de esos cincuenta y cuatro “sin techo” hay un rostro, una historia, una vida y un nombre. María Fernández, trabajadora social de Jesús Abandonado, ha recordado en COPE Murcia como llego a esta fundación. Fue hace siete años, y como ha señalado, en un momento en que se estaba dando un tiempo para reorientar su futuro. Una vez que llego a Jesús Abandonado, se dio cuenta de que era el lugar perfecto para trabajar. Eso sí, reconoce que los primeros días fueron difíciles.
Perfil de estas personas
A la hora de hablar de perfiles, María deja claro que se trata de dos grupos de personas diferentes. Por un lado, están los inmigrantes por campañas de trabajo y las personas que atraviesan una dificultad temporal y no tienen casa. Estas personas acuden a la oficina de orientación o información para pedir ayuda y entrar en casas de acogida. El otro colectivo son consumidores de droga con enfermedades asociadas o que arrastran de antes.
Este servicio o campaña de calle funciona de lunes a sábado, mañanas y tarde.
Red de informantes
Como ha destacado María Fernández, esas visitas son diarias. Si alguna vez observan que la persona no está en su lugar habitual de la calle, se echa mano de la llamada "red de informantes” que en Murcia, por ser una ciudad pequeña, funciona muy bien. A través de ella, dan la pista a los trabajadores sociales de lo que ha podido ocurrir. No obstante, si pasa tiempo sin saber de ellos, se ponen en contacto con hospitales o con la policía
Finalmente, María ha lanzado un mensaje a las personas que piensan que esta gente está en la calle porque quiere y porque es incapaz de cumplir unos horarios y una disciplina. Para ella, son enfermos enganchados a determinadas adicciones y que necesitan ayuda física y mental. Aunque en tu personalidad este, por ejemplo, no robar, si tienes hambre y pasas por un puesto de frutas lo haces. Luego muchos se arrepienten.