60 años de compromiso al servicio de la evangelización: así es la historia de este matrimonio
La Iglesia de Huelva ha celebrado la vida de Rosi y Vicente a través de un sencillo homenaje en el que han estado presentes muchos de los que han participado en esta aventura
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Vicente Morales y Rosa Escala, los iniciadores del grupo de música “Brotes de Olivo”, han recibido el homenaje de la diócesis de Huelva. Rosa y Vicente han vivido consagrados a la Iglesia desde antes de su boda, el 15 de abril de 1961.
Hace 50 años formaron con sus hijos el grupo Brotes de Olivo, con centenares de conciertos, 27 discos y multitud de colaboraciones musicales con otros artistas y muchos kilómetros recorridos anunciando la Palabra de Dios, y generando experiencias de comunión. Una década después del nacimiento de Brotes de Olivo, surgió en la diócesis de Huelva la Comunidad Pueblo de Dios, un espacio eclesial que ha acogido a todo el que llegaba, intentando cada día conectar sus vidas con el vivir de Cristo
La Iglesia de Huelva ha celebrado este sábado la vida y los frutos de Rosi y Vicente a través de un sencillo homenaje en el que han estado presentes muchos de los que han participado de esta historia de 50 años. Así se ha reconocido una trayectoria de vocación laical y de pertenencia a la Iglesia, que les ha convertido también en embajadores de la diócesis de Huelva por todo el mundo: a través de la difusión de su música y mediante la presencia de la comunidad Pueblo de Dios en misiones de animación parroquial por toda la geografía española y en México, Perú, Venezuela, Togo y Portugal.
También se ha destacado, en el contexto del Año de la Familia ‘Amoris Laetitia’, la vida de este matrimonio entregada al servicio del Evangelio, con la misma música de fondo en clave de comunión y en clave de unidad. Durante estos 60 años, como todos los matrimonios del mundo, han sufrido embestidas de muchos vientos y de muchas tempestades, pero ahí continúan porque Dios siempre ha estado con ellos en su vida.
A pesar de las limitaciones de su edad (Rosa tiene 80 años y Vicente 84) y de las enfermedades que padecen, permanece intacto su deseo de seguir anunciando la Palabra de Dios “a tiempo y a destiempo”, tarea que realiza Vicente a través de su blog “cielonuevoytierranueva” en donde comparte sus reflexiones a la luz de la Palabra de Dios de cada día y sus experiencias, y contactando y animando a muchos a vivir como “una sola alma y un solo corazón” en la edificación constante de la comunión.