La esperanzadora celebración en una de las iglesias más antiguas del Mosul

El pasado sábado el padre Pius Afas, sacerdote de Mosul de 82 años, ha vivido con gran emoción la misa solemne para la reapertura oficial de la iglesia donde fue bautizado, ordenado sacerdote y después ejerció como párroco durante muchos años. El Daesh había marcado esta iglesia para hacerla saltar por los aires, pero afortunadamente, en este caso la dinamita no explotó. La iglesia siro-católica de Santo Tomás sobrevivió a la furia iconoclasta del "Califato" y ha sido objeto de importantes obras de restauración. Es uno de los primeros edificios cristianos que se pudo volver a usar en el sector occidental de la ciudad, en la margen derecha del Tigris.

El propio padre Afas fue secuestrado por extremistas islámicos y posteriormente recuperó la libertad. Él mismo celebró la primera misa en la iglesia de Santo Tomás después de la liberación de Mosul, hace ahora tres años. Entonces fue una celebración íntima, en un edificio que todavía mostraba las heridas del paso de las milicias yihadistas. Este sacerdote considera que ahora se está viviendo en la ciudad un clima esperanzador: de hecho, jóvenes musulmanes y cristianos han colaborado con entusiasmo en la restauración.

En Mosul actualmente sólo vive una treintena de familias cristianas, y ninguna en la margen derecha del río Tigris, así que el trabajo de renacimiento y reconstrucción del tejido social, económico y cultural todavía será largo. Muchos jóvenes cristianos aún tienen miedo de volver porque no se sienten seguros.

En conversación con la agencia Asia News, este sacerdote reconoce que para reconstruir una comunidad hacen falta tiempo y paciencia: “mientras tanto continuamos con las celebraciones para mantener vivos los lugares de culto que dan testimonio de la presencia cristiana en esta región”, tal como él mismo narra en un libro ilustrado que traza la historia de la comunidad local desde 1863, y que se ha presentado al público al terminar la misa presidida por el arzobispo. El Padre Pius recuerda que “para construir el futuro es fundamental mirar al pasado, sobre todo en una realidad como la de Iraq, tan rica en historia”.