Jesús Sánchez Adalid: “Ante todo soy párroco y, después, escritor”
El extremeño es autor de novelas históricas de gran éxito, la última presentada es 'Las armas de la luz', un homenaje a la gente que dialoga frente a las hordas destructivas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se trata de una novela que cuenta algo "muy desconocido". El afán de querer conocer, tal y como explica el sacerdote a COPE "siempre me extrañó el por qué del hundimiento tan rápido del Califato cuando había sido tan poderoso y lo descubrí". El motivo de esa investigación resultó en que ocho años antes de la disolución del califato, Córdoba fue saqueada por completo, de esta forma se quedó sin los tesoros con los que sostenía a los ejércitos de mercenarios y, fue saqueada por los condes catalanes como venganza.
Aunque estos dos últimos años fueron de escritura, Adalid confiesa que para investigar hizo un recorrido como es el gran románico, todos sus monasterios...
Además, el mismo Papa Francisco tiene un libro de Jesús Sánchez e incluso le escribió una cariñosa carta elogiando su labor, con referencias muy personales a su persona como llamarle el cura “scout”, de donde le viene su vocación y a día de hoy continúa desempeñando ese ministerio. Jesús confiesa que “me quedé muy sorprendido de como es posible que el Santo Padre supiera de mi”.
Aun disfrutando de esta recientemente estrenada novela, Jesús no deja de pensar en nuevos proyectos, “los lectores te someten a un examen cada vez que presentas una novela, yo tenía cierto miedo a esta novela al ser una novela larga que escribí durante el confinamiento". Pero asegura que este éxito le da mucho ánimo para la siguiente, una novela que se desenvuelve por completo en Roma, de la que no puede desvelarnos más detalles, de momento.
Como párroco de San José en Mérida, una parroquia de barrio donde lleva 6 años, Jesús desempeña una tarea diaria a pie de calle con sus parroquianos. Quiere recalcar que siempre “he sido un cura rural y eso muchas veces la gente lo desconoce al verme en los medios solo piensan en los libros, no soy un cura de oficina”. Porque para este exitoso escritor, “la vida del sacerdote es mi verdadera vocación”.