EN 'EL ESPEJO'
José Manuel Horcajo: un observador de milagros constantes
El párroco de San Ramón Nonato ha recibido un galardón Alter Christus con el que el Regnum Christi le reconoce su labor de Acción Social, que no es poca.
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El pasado martes se produjo la entrega de los Galardones Alter Christus con los que el Movimiento Regnum Christi pone en valor cada año la entrega y contribución de los sacerdotes a las personas y a la sociedad. En El Espejo contamos la historia de uno de ellos, párroco de San Ramón Nonato, en el barrio madrileño de Vallecas.
José Manuel Horcajo lleva nueve años al frente de la parroquia vallecana de San Ramón Nonato y reconoce que es un observador de milagros constantes: personas que cambian, que vuelven a sonreír, que entierran sus depresiones. Y es que Dios arregla muchos problemas. Desde que llegó, decidió abrir la parroquia durante todo el día. Los vecinos entraban, rezaban, pedían catequesis, un bautismo, muchas confesiones, y en seguida se dio cuenta de que había tanta pobreza alrededor que había que dar una respuesta, más allá de ofrecer una bolsa de comida de vez en cuando.
Así fueron surgiendo un ropero, un comedor social, también un centro de orientación familiar… porque veía que el detonante de muchas miserias materiales eran problemas familiares muy serios. Ahora mismo trabajan en la parroquia 300 voluntarios que llevan los 40 proyectos que están en marcha dentro de la Obra Social familiar Álvaro del Portillo.
En el planteamiento de este párroco están plenamente unidas la evangelización y la acción social. Muchas veces la gente llega a la parroquia con graves problemas económicos y desde ahí se abre toda su necesidad humana. “Hacemos ver a los pobres que tienen una familia y esa familia es la Iglesia de Jesús, en la que todos entran por la misma puerta”, dice este sacerdote madrileño.