Mirar con misericordia el suicido: El testimonio de un joven que lo ha vivido de cerca
'Entre el puente y el río: Una mirada de misericordia ante el suicidio' es un libro que relata el testimonio de una experiencia muy cercana al suicidio
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Javier Díaz Vega es psicólogo, es de Getafe y hace unos años decide contar en Twitter cómo afrontó el suicidio de su madre. No para convertirse en un 'influencer' sino para arrojar luz y tratar de ayudar a las personas que hayan vivido una situación parecida. Ahora Javier publica el libro 'Entre el puente y el río: Una mirada de misericordia ante el suicidio', donde una vez más, cuenta su experiencia.
"Lo he escrito en gran parte como psicólogo y como católico", cuenta Javier Díaz en El Espejo de la Cadena COPE. "Pero sobre todo como hijo. Hijo de mi madre que padeció una depresión terrible, como hijo de la Iglesia y como hijo al que le dejaron en un momento muy traumático y como hijo de la Virgen María. Ella brilla en mi proceso de duelo con una esperanza que ha hecho que haya podido hablar de ello y que ha dado lugar a este libro".
El suicidio e sun tema sobre el que se habla poco. Existe un silencio mediático en torno a este tema por temor a abordarlo de una forma incorrecta y agravar el problema. Pero Javier lo tiene claro: "Una cosa es el silencio incómodo que esto produce, porque hay mucha gente que no sabe cómo afrontar este problema. Sin embargo mirar para otro lado, produce que quiénes han vivido esta experiencia o incluso personas que han tenido intentos, tengan la sensación de que este problema, a pesar de ser frecuente, no se le están ofreciendo soluciones".
El problema es "no entender bien las circunstancias. Es muy difícil porque el suicidio siempre se da por una serie de causas. Los expertos reconocen que no se puede poner una sola causa cuando alguien se suicida. Hay un cúmulo de circunstancias, de heridas afectivas, de trastronos mentales... todo esto hace que la explicación no sea sencilla para las personas que lo viven de cerca o para los medios de comunicación. Por eso se mantienen ciertos prejuicios, pero realmente esas ideas quedan y unido al tabú, no ayuda en absoluto a abordar este tema".
Javier Díaz explica que "necesitaba contar desde un punto de vista humano todo este tema del que se habla tan poco: la experiencia de un duelo tan complicado. Pero era inevitable contar que la fe ha intervenido. Veo que la fe me ha ayudado a integrar los sentimientos, el de duelo, de culpa, de irascibilidad... entroncados al sentido que se le puede dar al sufrimiento. Pero esto no es una cuestión de una iluminación mía sino porque el Señor me ha concedido la Gracia con la que poco a poco poder comprender y abrazar la cruz. Estoy viendo como mi propio sufrimiento esta ayudando a otras personas a mirar con misericordia esta cuestión".
Respecto a la mirada que ofrece la Iglesia con este tema, afirma que "es una mirada de misericordia. Lo que pasa es que debido a prejuicios y que la iglesia ha tardado -como todos- en comprender situaciones y que determinadas decisiones pueden hacer que el pecado o el grado de voluntariedad, los agravantes que le dan lugar; a que no se pueda hablar de una decisión libre. Eso abre una puerta a mirar que no tenemos todas las respuestas y sobre todo mirar a Dios que es el único que conoce el corazón del hombre y es el único que puede juzgar. La iglesia reocnoce que solo Dios puede juzgar quién se salva y quién no".
Pero, ¿y nosotros? ¿Cómo podemos ayudar a alguien que esté viviendo esto? "La actitud tiene que ser de apertura, de acogida y de buscar lo primero el bien de esa persona, aunque en ese momento pueda ser derivarla a servicios de salud mental y cuando es muy urgente llamar al 112. La Iglesia reclama que este tema hay que abordarlo. La Iglesia tiene incluso algunos recursos propios, en centros de atención a familias, personas que son profesionales de la salud mental que pueden ayudar".