La misionera que fue secuestrada hace cuatro años en Mali
La Iglesia sigue luchando por su liberación
Madrid - Publicado el
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Hace ya cuatro largos años que la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez fue secuestrada por un grupo yihadista en Mali. Las Franciscanas de María Inmaculada celebran una novena de oración por su liberación y piden a la comunidad internacional que no olvide que en el secuestro de una persona se secuestra una parte de nuestra humanidad.
La hermana Gloria ha vivido desde muy joven su vocación educadora. En Colombia, cuna de su congregación, dirigió el Colegio de Samaniego, al sur del país. Dio sus primeros pasos como misionera en el sur de México, en Michoacán, y tras una preparación especial fue enviada a Benín, donde quedó prendada de África y su gente. Su Congregación la envió entonces como responsable del trabajo en la misión de Karangasso, en Malí. Allí las religiosas atienden un centro de salud, un hogar para niños huérfanos, un centro de promoción que incluye un proyecto de alfabetización para 700 mujeres de los pueblos, y se ocupan de la catequesis de los niños y jóvenes de la zona.
Sus hermanas hablan de su sencillez y cordialidad, de su intensa vida de oración y de su compromiso con los pobres. Cuando los asaltantes llegaron a la misión y retuvieron a una de las hermanas, Gloria salió de su escondite y les dijo que ella era la responsable, y que la dejaran ir. Fue entonces cuando se la llevaron, dejando libres a las demás.
Cinco meses más tarde el grupo Al Qaeda de Malí difundió un vídeo en el que mostraba a la hermana Gloria junto a otros cinco rehenes extranjeros secuestrados por la red yihadista. Aproximadamente un año después, en enero de 2018, se difundió otro vídeo en el que parecía encontrarse en buen estado, y se dirigía al Papa Francisco pidiéndole que interviniera para su liberación. Durante este largo periodo ha fallecido su madre en Colombia, que nunca perdió la esperanza de poder volver a abrazar a su hija.
En octubre del año pasado, la cooperante francesa Sophie Petronin, liberada junto al P. Luigi Maccalli y otros rehenes occidentales, contó que había pasado la mayor parte de su cautiverio con la hermana Gloria, que estaba viva, pero necesitaba tratamiento. El Cardenal Jean Zerbo, arzobispo de Bamako, ha pedido la liberación de la hermana Gloria y de todos los demás rehenes: “es una gran humillación para Malí, vinieron a hacer el bien y fueron secuestrados por los bandidos, como si fueran esclavos, es una vergüenza para nuestro país”. Nosotros tampoco queremos olvidarla.