El método que propone Marian Rojas para enfrentarte a un cambio en la vida sin que el agobio te haga enfermar: "Hay que..."

Somos animales de costumbres y los cambios pueden llegar a intoxicarnos si no sabemos cómo afrontarlos. Es posible y  explica cómo la psiquiatra Marian Rojas, en Fin de Semana 

María Bandera

Publicado el - Actualizado

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La vida nos puede cambiar en cuestión de un segundo. Seguro que esta frase la has escuchado millones de veces, y es cierta. La vida nos empuja muchas veces a cambios de ritmo, a cambios de dirección y a derroteros nunca imaginados. 

De repente, el que estaba feliz en una familia asiste a una separación dolorosa, el que contaba con un trabajo extraordinario, se queda en el paro, o nos toca asumir la llegada de una enfermedad o el fracaso de un negocio. 

Somos animales de costumbres y el cambio nos hace temblar. Y esta resistencia no es sana.

 ¿Por qué nos resistimos al cambio? La explicación apunta a nuestro cerebro tal y como asegura la psiquiatra, Marian Rojas, en Fin de Semana. Este órgano vital tiene memoria y "recuerda lo que le calma, lo que le excita y lo que le da placer. Y lo que precisamente nos da tranquilidad son esos "hábitos adquiridos a lo largo de la vida y que resultan muy difíciles de cambiar". 

Es decir, explica Rojas "si me calma llamar por teléfono a mi madre cuando estoy estresado, eso se convierte en un hábito". 

Y cambiarlo "no es tan sencillo" y es muy habitual. Recuerda Marian Rojas las  palabras de un médico de familia. "Me contó que una de las cosas más difíciles, es cuando tienen que comunicar a la gente que cambia algo de su vida. Si le han diagnosticado hipertensión, problema de colesterol o diabetes y entonces tienen que dejar de cocinar sin sal, hacer deporte todos los días o retirar el gluten".

      
             
      

Entonces se resisten y se preguntan "¿por qué me tengo que retirar el gluten? ¿Por qué tengo que quitar la sal?". 

entender para lograr

A juicio de la experta, la clave está en "entender por qué tenemos que cambiar". "Si yo tengo que cambiar un patrón de vida, unos hábitos o  rutinas, tengo que estar convencido de por qué las cambio". 

¿Por qué me resisto? "Porque tengo la sensación de que me lo están imponiendo o me lo están obligando. Vuelve un poco esa sensación de la infancia donde tienes que hacer esto, tienes que estudiar, tienes que hacer este tema. Y tú lo haces por obediencia porque eran tus padres, pero hay una parte de ti que no lo quiere hacer". 

      
             
      

Pixabay

Habitación de hospital

Y cuando hay esa sensación de obligación e imposición, "lo interpretas como algo negativo".  

En este camino, advierte es necesaria una "autorreflexión, tomar conciencia de lo que me está pasando y marcarme un objetivo, entender por qué lo cambio". 

Porque "comprender alivia". "Ejercitar la voluntad significa a veces que tengo que posponer la recompensa, porque me he acostumbrado a la gratificación, al placer instantáneo y de repente tengo que cambiar". 

      

Y, claro, para ello muchas veces "tenemos que salir de la zona de confort". 

vivir enfadado me enferma

Hacer ese clic mental es necesario porque nuestra salud está juego. "Si me paso la vida rebelada contra el cambio, activo ese modo alerta, ese modo tóxico de forma crónica".

Y vivir enfadado o rebelado contra una realidad de forma constante "me enferma, me intoxica, me puede llegar a inflamar, te convierte en una persona irritable y hace que no seas capaz de valorar nada de lo bueno que podría venir con el cambio".  

Por eso es importante, concluye Marian Rojas "empezar a visualizar lo positivo".

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