‘La Esquina del Misterio’: el español que aseguraba tener rayos X en los ojos
José María Zavala, escritor, periodista y director de cine, cuenta en Fin de Semana con Cristina el caso de Joaquín María Argamasilla, quien aseguró tener capacidades sobrehumanas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En ‘La Esquina del Misterio’ nos gusta hablar de esos temas que se consideran tabú porque su respuesta puede ser incómoda y o sorprendente. Y uno de los que mejor lo hacen es José María Zavala, periodista, escritor y director de cine, que en Fin de Semana con Cristina esta semana habla de Joaquín María Argamasilla: “19 años, nos vamos a 1924. Es un español que con esa edad llama la atención de la reina Victoria Eugenia de Battenberg, muy interesada por estos temas, quien constituyó una comisión de científicos para estudiar las aplicaciones de estos dones en la ciencia. Entre sus defensores más apasionados se encontraba Ramón María del Valle-Inclán, no se pierde una sola sesión”.
Zavala detalla que “el padre no paraba de organizarle sesiones en las que el joven debía irrumpir ante la concurrencia con los ojos vendados y tratar de leer así hojas de papel guardadas en cajas herméticas o de adivinar la hora de los relojes. Al parecer, siempre lo conseguía. En Francia, el premio Nobel de medicina, Robert Richet, creyó ver en los portentosos poderes de Argamasilla un nuevo horizonte para la ciencia”.
Volviendo a ese día de 1924, el periodista explica que Argamasilla estaba “haciendo una exhibición más pero en un lugar tan especial y conocido como el corazón de Manhattan. Él reparó en que Harry Houdini, el más célebre mago y escapista de todos los tiempos, y éste quería saber si era un fraude o no porque una médium había intentado engañarle diciéndole que su madre había contactado con ella, lo que era una burda mentira”.
Entonces Houdini cambió las cajas y nuestro protagonista se vino abajo, como cuenta Zavala: “Fue desenmascarado, pero es algo curioso porque no regresó a España de ningún modo cabizbajo. La mayoría de la prensa cerró filas en su apoyo, considerándole un heraldo de la hispanidad como si nada hubiera pasado. Valle Inclán y tantos otros siguieron creyendo en él con fe absoluta”, termina Zavala.