Schlichting, sobre la reforma de la Ley Seguridad: "Podemos, CUP y violentos en general, encantados"
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¡Muy buenos días España! Hace fresquete, sobre todo en la mitad norte. Va a nevar por encima de los 500 metros en el norte y centro de la península, en el sudeste entre los 600 y 1000 metros y en Baleares entre los 700 y 800 metros. Hay catorce comunidades autónomas en aviso amarillo o naranja por lluvias, vientos, olas o nieve. Así que arrebújate junto al brasero y escucha la radio, que aquí estamos para acompañarte.
La epidemia va creciendo lentamente en España y más rápido por ahí fuera. Estamos en 171 contagios cada 100.000 habitantes, y ya sabes que la zona de alarma está alrededor de los 250.
En Alemania están trasladando en aviones los enfermos de una comunidad a otra, para aliviar los hospitales. En Portugal ya se ha anunciado esta semana que se decretar una semana de confinamiento después de Nochevieja y teletrabajo desde el 1 de diciembre. Y eso que tienen niveles de vacunación como los nuestros.
Más que preocupación por la salud, las Bolsas tienen preocupación por la economía y su recuperación. Por eso se han desplomado ayer con la aparición de una nueva variante del virus, que llaman OMICRON. Esto es una guerra. Nosotros desarrollamos vacunas y ponemos barreras para el que el bicho no nos colonice y el virus muta. Con las mutaciones intenta traspasar las barreras que le ponemos.
¿Por qué preocupa este OMICRON que ha salido en el sur de África y que ya ha llegado a Bélgica, en una señora que viajó? Porque acumula muchas mutaciones juntas y además se contagia muy rápidamente. Se teme que podría desafiar a las vacunas. Por eso Biontec, el laboratorio que desarrolló la primera vacuna, ya se ha puesto en marcha para sacar un vacuna actualizada. Dicen que podrían tenerla en seis semanas y empezar a inocularla en 100 días. O sea, en abril. Entretanto los países europeos y Estados Unidos han empezado a prohibir los vuelos al sur de Africa y a exigir cuarentenas de los viajeros que vienen de la zona. La minstra de turismo, Reyes Maroto, ha hecho ayer declraciones sobre el omicron
NO A LA INSEGURIDAD CIUDADANA
Y hoy hay manifestación de policías, guardias civiles y policías autonómicas, excepto los mossos. Empieza a las once y media en la madrileña Puerta del sol y estaremos muy pendientes. Protestan por la reforma de la Ley de Seguridad con el lema “No a la inseguridad ciudadana”. Aunque el Gobierno va a aprobar sí o sí el cambio, los agentes quieren dejar claro que es temerario. A partir del momento en que salga en el BOE usted podrá grabar a los policías en ejercicio, podrá organizar manifestaciones sin avisar y será trasladado cómodamente a su casa si es detenido y después dejado en libertad provisional. El atestado policial ya no tendrá autoridad y pasará a ser una mera presunción de culpabilidad.
Para los antidisturbios se prohíben los cacheos en profundidad y se indica que los métodos de disuasión han de ser menos lesivos.
Podría pensar se que es una forma de proteger a los ciudadanos de los excesos policiales. Pero también que va a dejar desprotegidos a los ciudadanos ante los vándalos, que van a organizar tumultos a placer, sin que los policías puedan preverlos ni situarse ante ellos. Pretendiendo, eso sí, que luego vayan a protegernos. Por supuesto sin pasarse, como si en el fragor del cuerpo a cuerpo fuese posible medirlo todo.
Es todo muy torpe y parece que los policías tenían que haber sido consultados sobre el realismo de las medidas.
La razón de la prisa y la falta de consulta democrática es que es una ley política. No está dirigida a los policías o los ciudadanos, sino a los agitadores políticos, que están encantados. Ahora pueden ir a las calles amenazando con sacar fotos a los agentes y difundirlas cuando lleven a sus hijos al cole. Pueden agredirles con más desahogo y pueden venir desde lejos a las manifestaciones, que tienen el transporte de regreso asegurado aunque los detengan. Los de Podemos, los de la CUP, los violentos en general, encantados.