Con una silla y con paciencia: lo que tienes que hacer para salvarte si te has atragantado y estás solo

Quizá no sabías este dato, pero el atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España. Por concretar más, en 2020, fueron más de 2.500 las personas que fallecieron por esta causa, algo de lo más preocupante que nos ha hecho preguntarnos en Fin de Semana cómo podemos evitarlo y qué debemos hacer si a alguien a nuestro alrededor le pasa algo semajante.

Por eso mismo, hemos querido hablar con nuestro doctor de cabecera, Esteban Pérez Almeida, que nos ha contado que, lo primero de todo, hay que saber diferenciar entre un atragantamiento parcial y otro total.

"El parcial es cuando entra un poco de aire, y te das cuenta porque la persona puede emitir sonidos. Lo que hay que hacer es forzar la tos y que así expulse lo que tiene dentro" explicaba.

El atragantamiento total es cuando no entra nada de aire y, poco a poco, esa persona va dejando de respirar, por lo que, con mucha calma, hay que intervenir rápido. "Se suelen llevar las manos al cuello, lo que tienes que hacer es ponerte detras de esa persona, inclinarla hacia adelante, ponerte entre las dos escápulas, y darle cinco golpes con el puño cerrado para que tosa" explicaba.

El problema viene cuando el objeto que tiene atragantado, no sale. "Tienes que hacer la Maniobra de Heimlich: te colocas detrás de la persona, la inclinas ligeramente hacia adelante, tu mano derecha la cierras en un puño y la pones a la altura del ombligo, mientras que la izquiera la pones sobre la derecha. Haces un movimiento brusco hacia arriba y hacia abajo, unos cinco movimientos" explicaba.

"Si no sale, es importante no perder la calma. Que alguien vaya llamando a emergencias, tumbas a esa persona, le das treinta compresiones en el pecho y dos insuflaciones para proceder a la reanimación cardiopulmonar" señalaba.

Qué hacer si te atragantas estando solo

El problema viene cuando, si estás solo, te atragantas. Según el doctor, es algo que podría pasar con una palomita, con las uvas o incluso con un trozo de carne. Nuevamente, aquí juega un papel fundamental mantener la calma y tener cierta paciencia, pero lo más importante, es coger una silla.

"Pones la silla delante tuya, el respaldo a la altura de tu ombligo, y haces fuerza y presión con la silla unas cinco veces" nos explicaba el doctor.

Pero, ¿hay personas más propensas a que pase esto? Pues Pérez Almeida lo tiene claro, las personas con trastornos motores, trastornos del sistema nervioso, pacientes con párkinson o demencia, son más proclives a que algo así ocurra. "Ese reflejo que necesitamos para deglutir no lo tienen y la comida se les queda en el camino", nos explicaba.

Lo fundamental, como nos recordaba el doctor en Fin de Semana, es que si nos pasa algo semejante, o a alguien a nuestro alrededor, mantengamos, en la medida de lo posible, la calma. En caso de tratarse de una persona a nuestro alrededor, Pérez Almeida nos aconseja socorrerlo sin ponernos nerviosos y "con cabeza".