“España no cometió las atrocidades que se le achacan durante el S. XVIII, ingleses y holandeses fueron peores”

Despreciarse es una forma muy inadecuada de vivir. España peca mucho de esto, pero tenemos grandes gestas que merece la pena conocer y recordar

Santiago Bobillo, autor de 'Hazañas españolas en el S. XVIII", con Cristina

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

Publicado el - Actualizado

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Aunque escupamos mucho sobre nuestra historia y, concretamente, desde ciertos sectores muy ideologizados de nuestra sociedad, hay una persona que se ha empeñado en destacar estas gestas y que ha escrito un libro titulado ‘Hazañas españolas en el S. XVIII’ que comienza hablando de la Guerra de Sucesión y que recoge cosas hermosas y grandes que hicimos. Se llama Santiago Bobillo y asegura que tenemos mala impresión porque “la leyenda negra es culpable de todo, creada por ingleses y holandeses contra la que es la potencia hegemónica del momento, España, porque no podían triunfar política ni militarme y tratan de, a través de la publicidad engañosa, llenar todo de lodo diciendo que hay genocidios y crueldades horrendas en América, cuando la verdad es que ni España cometió muchas de las que se le asumen, aunque hubo errores y conviene señalarlos, y los holandeses e ingleses hicieron cosas aún más terribles”.

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Despreciarse es una forma muy inadecuada de vivir. España peca mucho de esto, pero tenemos grandes gestas que merece la pena conocer y recordar

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El autor relata que “en 1700 muere Carlos II, el último de los Habsburgo españoles. En ese momento el trono español queda vacante y hay que encontrar sucesor. Hay varios candidatos, los dos principales son Felipe de Francia y el Archiduque Carlos de Austria. Carlos II en su testamento había dicho que el trono iba a ser para Don Felipe y empieza a ser reconocido por otras partes de España”.

Bobillo también destaca nombres propios durante su libro, como Miguel Enríquez, ‘El Gran Archivillano’: “Antes de que surgiera la Guerra de Sucesión, en este caso concreto en El Caribe, donde también llegaron ingleses y holandeses para depredar cuanto pudiesen, este buen señor era un zapatero no muy conocido de orígenes muy misteriosos. En un momento de la guerra se convierte en corsario. Ser corsario, te permitía en la guerra naval, ganar mucho dinero haciendo presas al enemigo. Los ingleses le llamaron así porque capturó muchos barcos”.

Más gestas: inventamos el salvavidas y además hicimos la primera traqueotomía. “Correcto”, asegura Santiago, “ambos en el ámbito tanto marino como militar. Por un lado el salvavidas lo crea Juan José Navarro, El Marqués de la Victoria, importante almirante español del S. XVIII porque, de tanto que navegó vio que, cuando hacía mal tiempo, las naves zozobraban y se caían los marinos, como no había manera de que no se ahogaran, las naves llegaban vacías. Así que crea unas maderas superpuestas que clava entre sí y, cuando se cae alguien al agua, se le lanza eso hasta que se le puede lanzar un cabo y le pueden subir. En cuanto a la traqueotomía, fue un grandísimo médico, Pedro Virgili, que empezó como simple médico pero fue ascendiendo. Durante uno de os asedios a Gibraltar un soldado se ahoga porque tiene dentro de la garganta una angina. Hasta ese momento, ningún médico se había atrevido a pasar del sexto anillo en el cuello. Él se atreve y la única secuela que quedó fue que ese soldado ya no pudo gritar, pero se salvó e hizo vida normal. Obviamente recibió honores por todas partes”.

Santiago Bobillo recorre muchos lugares que, seguramente, muchas personas no sabían que fueron españoles. Se pueden leer en su libro sobre historia ‘Hazañas españolas en el S. XVIII”.

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