La esquina del misterio: “La Luz de Manresa está documentada pero seguimos sin saber qué fue”

Tenemos muchas preguntas en la mente y muy pocas respuestas, y en ‘La esquina del misterio’ intentamos responderlas

La esquina del misterio: “La Luz de Manresa está documentada pero seguimos sin saber qué fue”

Cristina L. SchlichtingMiguel Soria

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En esta ocasión hablamos de algo del S. XIV que se sigue celebrando en Manresa: la Luz de Manresa. “Es una de esas historias que están certificadas. Es un milagro, un fenómeno desconocido que tuvo lugar el 21 de febrero de 1345. El obispo de Vic dicta un interdicto contra ellos, les excomulga por una diputa por un canal de aguas que tenía que pasar por sus tierras. Excomulgar era un asunto muy serio, se reúnen todos en la Iglesia del Carmen para ver qué hacer con este asunto y, mientras están deliberando y ver qué acciones tomar, de repente ocurre un milagro: una luz misteriosa desciende de la Montaña de Montserrat, atraviesa los muros de la iglesia, se divide en tres ante la mirada atónita de toda la población, se vuelve a agrupar en una sola esfera de luz y sale de allí regresando a su origen”.

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“Merece la pena ver la crónica que tengo aquí delante”, asegura Cristina: “De Fra Bernat Carnicer, prior del Carmen que, con el notario, Pere de Pulcrosolano, recogen el fenómeno y queda constancia escrita”. “Ellos aprovechan para levantar acta notarial”, explica Sierra, “con todos los testimonios de los testigos que lo habían contemplado para hacérselo saber al obispo de Vic por si era un milagro”.

Dice el texto “que estando en la iglesia del Carme cerca del altar de la Stma. Trinitat , el día nueve de las kalendas de marzo (21 de febrero) de dicho año, vigilia de la “silla” de San Pedro y tras la salida del sol , vieron en la capilla del altar una llama o signo claro y fulminante parecido a una estrella; que aparece de dicha capilla y subiendo suavemente y sin precipitarse llevando una trayectoria hasta la bóveda de esta. Fueron corriendo a llamar a los frailes que hicieron tocar la campana mayor de la iglesia, los religiosos que vieron el prodigio cantaron la Salve Regina; Aquella llama o signo luminoso apareció en dicha iglesia y bajando pausadamente al citado altar de la Santísima Trinitat; tras salir de la capilla subió hasta la bóveda principal de la iglesia y saliendo de allí ascendió a la capilla de la Santa Creu y Sant Salvado”.

“Es algo muy bonito”, asegura el escritor: “Es la primera vez que, en la crónica documentada de nuestro país, un notario levanta acta de un fenómeno de esta naturaleza. Calará muy hondo en la mentalidad de los manresanos porque, a raíz de aquello, el obispo de Vic cede y levanta la excomunión, entiende que pasa algo que se le escapa y Manresa desde entonces se nutre de ese canal. La historia es bonita porque, tiempo más tarde, recibirá a uno de los personajes más grandes del Renacimiento: San Ignacio de Loyola. Va a estar más de un año allí viviendo en una cueva vestido con harapos de cualquier manera, incluso recibía visitas de vecinas que le llevaban útiles por caridad. Una de las cosas que cuenta él en sus escritos es que en esa cueva, que estaba perfectamente orientada hacia el perfil de la montaña de Montserrat, una de aquellas noches ve una luz misteriosa que se mueve entre los picos y que interpreta como una serpiente de muchos ojos y hace una reflexión que lo conecta con el bien y el mal, la luz y las sombras, que es muy interesante”.

“Montserrat, desde esa época”, continúa Sierra, “es el epicentro de mucha actividad y yo he visto alguna luz extraña. Son luminarias. Son tan importantes en la historia de Montserrat que la propia Moreneta, la patrona de Cataluña, fue descubierta en el S. IX porque unas luces caían del cielo como lágrimas y señalaron aquella imagen de madera que hoy se venera. Alguien la escondió al llegar los musulmanes, se olvidó de que la habían ocultado allí, se pierde la pista y es la intervención de estas luces la que termina desvelando dónde está, y desde entonces es lugar de peregrinación”.

¿Qué son estas luces? Javier reconoce no saberlo: “Hay muchas hipótesis, sobre todo porque en otros lugares del mundo también se produce este fenómeno. Aquí lo tenemos en un contexto de crónicas y se le da una interpretación religiosa, pero en otros lugares ajenos a estas interpretaciones también hay luces. Por ejemplo: en Texas, en medio del suroeste americano, en plena Ruta 67, donde se han rodado varias películas y es desierto, en estas fechas del año se ven procesiones de luces extrañas en el cielo. Los vaqueros, en el S. XIX, creían que era el reflejo en la atmósfera de las hogueras que encendían los apaches por la noche, pero hoy en día se siguen viendo y no hay apaches con hogueras sino coches en la carretera, y creen que podría ser un fenómeno de refracción que, ocasionalmente cuando hay diferencia de temperatura en distintas capas de la atmósfera, produce esas luminarias. Es una posibilidad. En otros países se han instalado radares para ver si encuentran algo corpóreo. ¿Qué es eso? No lo sabemos, pero si detectan algo no es solo energía, es un objeto material. El mundo está lleno de cosas que seguimos sin saber lo que son”.

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