Romeo y Julieta ya eran famosos en la antigua Roma… aunque se les llamaba de otra forma

Viene mucho por Fin de Semana un hispano-romano que siempre nos cuenta lo poco que hemos cambiado desde los tiempos de la Roma antigua. Y esta vez nos habla de Romeo y Julieta que, según él, ya eran famosos en la antigua Roma. Él es Paco Álvarez, historiador, divulgador y autor de ‘Mitomorfosis’: “Todo es mucho menos moderno de lo que pensamos. En Roma ya era antigua la historia de Píramo y Tisbe, que es igualita a la de los amantes de Verona sólo que estos eran de Babilonia. Amor imposible, familias enemistadas, todas las historias están en la mitología y esta tragedia era muy famosa desde siempre”.

Y además esta historia era muy antigua ya en tiempos de la antigua Roma: “Sí, es una de las historias clásicas de la mitología, desde siempre. Lo que nos cuenta es muy parecido a lo que luego escribió el bardo inglés porque seguramente su obra, que a la vez está basada en otras más antiguas, casi todas italianas, a su vez están basadas en la historia de Píramo y Tisbe, transmitida por el poeta Ovidio en sus Metamorfosis. Eran una chica y un chico amantes y vecinos de Babilonia, jovencillos y monillos, que vivían hace unos tres mil años y que no podían casarse porque sus familias se llevaban fatal desde hacía siglos, pero ellos a pesar de todo, se amaban en secreto desde que se habían visto una vez y se comunicaban gracias a una rendija que había en la pared medianera entre las casas de ambas familias. Ardid mediante el cual se comunicaban secretamente hasta que un día, decidieron escaparse juntos, ya que su amor en esa ciudad, era imposible”.

Y no, no hay balcón, era más soso porque en Verona se visita el balcón de Julieta, y eso que nunca existió tal persona: “Así es, de hecho las historias originales italianas situaban la acción en Siena, así que difícilmente podría vivir la dama en Verona. En la historia original tampoco mata Romeo/Píramo a nadie sino que se enamoran hasta las trancas y eso que sólo podían hablarse a través de la pared del sótano, hasta que deciden irse para poder vivir su amor. Quedaron en verse los tortolitos por la noche fuera de las murallas de la ciudad, junto a la tumba del héroe Nino, al pie de la morera que daba sombra a la fuente. Tisbe, la chica, llegó la primera, pero se encontró con que había una leona bebiendo en la fuente. Asustada echó la bella a correr, pero su velo se cayó y la leona lo recogió o desgarró, manchándolo de agua y sangre”.

Así que en la fuente se quedó la leona esperando a Píramo ¿qué pasó entonces? Paco lo responde: “Pues cuando llegó el chico, que se había retrasado y vio a la leona relamiéndose, enredada en su hocico el velo de Tisbe, se puso en lo peor: ‘Esta maldita leona ha matado a mi amada, nuestro amor era imposible’ pensó, y clavándose su propio puñal, se suicidó junto a la morera, cuyos frutos, antes blancos, se tiñeron de púrpura con su sangre. Entonces regresó la chica y vio que su Píramo, su Romeo, se había suicidado, así que con su mismo puñal se mató ella, cayendo a su lado”.

¡Qué tragedia! “Pues sí. Una pena”, sigue contando Álvarez, que sigue: “Los dos muertos por una equivocación. Permanecieron sus cuerpos al pie de la morera, hasta que por la mañana las familias de ambos salieron a buscarles y les encontraron abrazados para siempre. Los clanes enfrentados vieron entonces lo inútil de sus peleas y se amigaron. Hasta los dioses se apenaron y ordenaron que las cenizas de ambos se enterraran juntas y que desde entonces, las moras fueran de color púrpura, como todavía hoy lo son, cuando están maduras”.

Desde luego parece que estos antiguos Romeo y Julieta son también una tragedia de amor imposible, muy parecida a la que conocemos. Y aun así no nos convence del todo, así que Paco volverá otro día para demostrarnos que somos más clásicos de lo que nos creemos…