Preocupación de muchos padres de niños con disforia de género ante la Ley Trans: "nos quedamos noqueados"
En 'Fin de Semana' hemos querido conocer cómo lo están viviendo los padres de muchos niños que dicen ser trans y sus testimonios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Sin duda, es una de las noticias de la semana, ya no solo por su contenido y las implicaciones que conlleva para los menores, sino también por la división que ha creado en el seno del gobierno y dentro del partido socialista. Te hablamos, por supuesto, de la Ley Trans, esa que quiere lanzar el Ministerio de Igualdad con apoyo del Gobierno en la que se permite a los adolescentes cambiar de sexo desde los 14 años. El Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial han alertado de sus riesgos y han pedido modificaciones.
Por cierto, que ya ha llegado al Congreso para su tramitación pero aún está pendiente de enmiendas o de alguna modificación, algo que desde el PSOE, con apoyo del PP, han decidido retrasar para la molestia de sus socios de Gobierno, de Podemos. Una molestia que no solo ha llegado a la formación morada, sino también al seno del PSOE. Y es que la política Carla Antonelli, primera mujer trans en ocupar un escaño en el Congreso, ha dejado la militancia del partido al ser defensora de la Ley Trans.
Pero, ¿por qué suscita tantos apoyos y tantos detractores a la vez? Pues por el contenido de la propia ley, que argumenta que una persona puede acudir al registro civil y cambiar de sexo, con el que se sienta más identificada (de mujer a hombre o de hombre a mujer) sin más, no tiene que aportar nada. Ni informe médico ni psicológico. Únicamente su voluntad.
Ojo, porque hay uno de los apartados más polémicos de la ley y donde se va a poner el foco: ¿a partir de qué edad se puede pedir el cambio de sexo en el registro civil? Pues a partir de los 16 años cualquier persona puede solicitar el cambio de género por sí misma, sin consentimiento paterno o sin la autorización de un juez. De los 14 a los 16, el menor debe estar acompañado por sus padres, si no tiene su consentimiento entra la figura de un defensor judicial para resolver el conflicto. Y de 12 a 14, el menor puede cambiar de género, pero con la autorización de un juez.
Los duros testimonios de los padres de estos niños
Si este proyecto de ley preocupa y mucho al personal médico, más todavía lo hace entre los padres de niños y adolescentes con disforia de género. De esta preocupación nace la Agrupación Amanda...madres, padres, que cuestionan el autodiagnóstico de sus hijos. Este grupo no niega la realidad Trans, prto intentan dar respuesta a los problemas psicológicos de los menores.
Montse es madre de una niña de 14 años y que, hace año y medio, se autodeterminó como chico, coincidiendo con el momento en el que sus padres le notaban más cansada. "La niña empezaba a estar como más triste, más deprimida...Pensábamos que era algo relacionado con la adolescencia, ella no era ella" empezaba contando. Y es que la disforia de género, esa incomodidad por sentirse de otro género, afecta a muchos adolescentes.
"Faltaban pocos días para cumplir los 13 y nos dice que tiene que ir al psicólogo y que nos contará algo muy importante. Nos mantenemos en vilo pensando qué será, cuando termina con la psicóloga, nos hace pasar y nos dice que nuestra hija nos tiene que contar algo, y ella nos dice 'yo soy un chico y me llamo Aarón', nos quedamos noqueados" explicaba emocionada.
"La psicóloga nos explica la disforia de género y recuerdo salir a la sala de espera para pagar la consulta y escuchar a la psicóloga decirle a la recepcionista que le hiciera una foto a Aarón, yo aun con las lágrimas en los ojos" terminaba.
El instinto de Montse le decía que no podía ser, que algo no cuadraba. En esa búsqueda encuentra casos similares, no pocos. Y da con la Agrupación Amanda, donde recibe el apoyo de otros padres que pasan por lo mismo. "A los diez días de haber soltado la bomba, le encontré una carta en donde hablaba de un estado de ánimo muy bajo y de cortes en los muslos y que quería irse de este mundo...Cuando lo ve la psicóloga, me dice que vaya a urgencias de psiquiatría".
Tras el ingreso en esta unidad le recomiendan acudir a la unidad de género. Después de consultarlo, Montse lo descarta...y la psicóloga de su hija se centra en tratar el problema principal, la depresión. La cuestión Trans quedó en un segundo plano. "Empieza a encontrarse mejor, el tema trans se diluyó por sí solo, cuando el tema importante, la depresión por ese confinamiento, iba dejando pistas de aceptación de su cuerpo. Se había confirmado que yo tenía razón, que en cuanto su depresión se fuera curando, eso se iba a diluir" explicaba.
Otro caso alarmante
En Fin de Semana hemos querido hablar con un padre, que prefiere mantenerse en el anonimato, de una niña de 14 años. "Empezaba a cambiar su forma de vestir, sus gustos, mucho anime y manga, a reducir sus amistades, empezó a vestirse como un chico" comentaba, hasta que fue ella quien se lo comunicó a través de una carta, muy parecida a la que habían escrito otros adolescentes.
No les cuadraba, sobre todo por el cambio tan brusco. Siempre había llevado el pelo largo, adornos en la cabeza, se disfrazaba de princesa...Le dijeron que la apoyarían en lo que hiciera falta, pero llamarla por otro nombre, masculino, les iba a costar. "La niña estaba muy mal desde hacía tiempo, arrastrando problemas de socialización...Vimos que casi todos los casos eran igual", cuando se dieron cuenta de que lo que tenía era una depresión, cambiaron el enfoque.
Ahora esta niña está feliz, integrada con sus amigos, tiene asumido que es una chica, aunque no quiere hablar del tema. Ha reconocido que estaba confundida, pero no quiere que le pregunten nada más.