“A veces hay que poner el móvil en modo avión y desconectar, sin descanso no hay vida sana”
Nuestra psiquiatra Marian Rojas da consejos en Fin de Semana sobre limitar el uso del móvil, del que muchas veces dependemos sin darnos cuenta
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Descansar es, prácticamente, un sinónimo de desconectar. No tiene por qué ser obligarse a correr maratones, pero sí dejar de lado el móvil y la necesidad de usar Instagram. ¿Qué significa realmente desconectar?
Marian Rojas, psiquiatra y autora de ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas?’ (Ed. Espasa) le ha explicado a Cristina que “una de las cosas más difíciles hoy en día es frenar, pero hay que hacerlo aunque implique sufrimiento. De hecho muchas personas sufren cronopatía: la enfermedad del tiempo. Nuestro cerebro se ha convertido en dependiente de experiencias vibrantes, necesitamos siempre vivir algo con mucha intensidad, sea en el trabajo o en el ocio. Por eso exponemos nuestra vida e intimidad familiar para que el resto opine, por lo que ya no estás tranquilo. Lo que está claro es que para estar bien en la vida real lo más importante es venir de un buen descanso”.
Esto se complica porque, como concreta Rojas, “está todo diseñado para que las grandes empresas ganen más dinero”. “Antes hacíamos fotos para nuestro placer”, continúa la psiquiatra, “ahora es para que la gente la vea, y no nos damos cuenta de sus implicaciones. El otro día hablaba con una con una ‘instagramer’ y me dijo que cuando ponía temas personales lograba el doble de ‘likes’ y de seguimiento que cuando ponía ntemas profesionales, y yo le dije que es como si hubiera puesto una cámara de tv para que la gente viera todo. Tenemos que aprender a vivir el ocio. Conozco gente que sube la foto según la hora del día en que puede tener más ‘likes’ y, si no tiene una cantidad mínima, la quita. Estás más pendiente de la imagen que das que de disfrutar, y hay que disfrutar del ocio”.
En cuanto a los “nativos digitales”, hay una gran tendencia a que “los niños que han nacido ahora tienen menos capacidad de atención que la generación anterior”, asegura Marian: “Somos vulnerables a convertir a adictos”.
“La gente me pregunta si soy exagerada”, reconoce Marian, pero da un dato sorprendente: “Cuando tratas la adicción a las redes sociales con la misma que tratas la adicción a la cocaína, funciona”.
¿Qué propone ella para lograr desconectar del todo? “Primero, fuera notificaciones”, asevera, “tengo que ser capaz de estar un rato sin la cabeza pidiéndome ver qué hay en la pantalla. El quid de todo esto es salir del modo alerta, yo domino mi dispositivo, no él a mí. Un programador me dijo que había ordenado quitar las notificaciones, si quieres ver algo en tu móvil lo decides tú”.
En segundo lugar, el modo avión: “Si uno va a la montaña, es desintoxicación. Hay sitios en los que no hay señal por un motivo. No hay cobertura o hay inhibidores, y te dicen que si vas allí es para desconectar de la pantalla”.
“Hoy en día pocos piropos gustan tanto como el de ‘cuando estás con alguien, el mundo se para’ porque implica que toda la atención está puesta en ti. Muy poca gente hoy se siente así, y los niños notan mucho que no les atiendes. Lo importante es volver a desconectar y que no dé miedo. Uno los primeros días puede tener algo de ansiedad porque estamos acostumbrados a lo contrario”.