Cartas a Herrera: "Sólo quien echa de menos algo, tiene la necesidad de caminar para encontrarlo"

Antonio Agredano pone el foco en el paso del tiempo y en la necesidad de parar en ciertas ocasiones

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Cartas a Herrera: "Sólo quien echa de menos algo, tiene la necesidad de caminar para encontrarlo"

Antonio Agredano

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Es viernes y Antonio Agredano despide la semana con las 'Cartas a Herrera'. En esta ocasión, el colaborador de 'Herrera en COPE' pone el foco en el paso del tiempo y en la necesidad de parar en ciertas ocasiones. Además, no puede faltar la tradicional postdata.

"Querido Alberto:

Espero que estén yendo bien las vacaciones. Los días van muy rápido. Parar se ha convertido casi en un lujo. Esas pausas sin condiciones. Sin pitidos en el móvil. Sin la cabeza girando como giran las ruedas de los hámsters, con ese chirrido persistente, con esa fuerza minúscula e incansable empujando todo el rato. No sé si lo estás consiguiendo, pero al menos hay que intentarlo. Tener la sensación, aunque sea unos días, de tener control sobre nuestra propia vida. Que no estamos a merced del tiempo y de las rutinas. Que no son las exigencias las que marcan el ritmo de nuestras mañanas, sino cierta ilusión y esperanza por lo que viene. Que no somos herramientas, sino las ásperas manos que las empuñan.

Conocí hace poco en Madrid a una poeta uruguaya a la que siempre leí y admiré. Se llama Ida Vitale. Tiene un poema, Fortuna, que empieza así de maravilloso: «Por años, disfrutar del error y de su enmienda, haber podido hablar y caminar libre…». Ida tiene 99 años. Le pregunté por los secretos de su longevidad. Me dio tres consejos: Ten curiosidad por todo, nunca dejes de hacer planes y come poquito. «El tercero me va a costar», le dije. «Pues entonces no me hago responsable…», me dijo; alzó los brazos con las palmas extendidas hacia el techo y me sonrió.

Era muy niño cuando vi Indiana Jones y La Última Cruzada en el cine. Se pasan toda la película buscando la vida eterna. De pequeño pensaba: «Ojalá vivir para siempre». Ahora estoy en el sofá y pienso: «Tengo 43 años y estoy ya para que me lleven a un Punto Limpio… imagínate cuando lleve un par de siglos dando bandazos por el mundo». Todo está bien en su justa medida. Hasta la vida. Hasta los malos vinos, a sorbitos pequeños, nos dan el apaño alguna noche. Sólo el amor merece ser vivido sin medida. Es la única copa que aún rebosando, no se desperdicia.

Posdata: Sólo quien camina tiene derecho a pararse. Sólo quien confía puede permitirse dudar. Sólo quien escribe a veces pone mal una tilde. Sólo quien ama, echa de menos. Y sólo quien echa de menos algo, tiene la necesidad de caminar para encontrarlo".

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