Santi González: "Albert Rivera empezará a sufrir presiones"

La profundidad de la caída del PP tiene algunas señales evidentes. En el País Vasco no ha conseguido un solo escaño. El responsable de la campaña electoral, Javier Maroto, ha quedado fuera del Congreso, no diré más. Bueno, sí: que en Madrid ha pasado a ser la tercera fuerza, detrás del PSOE y Ciudadanos y con un solo escaño de ventaja sobre Unidas Podemos. 

Además del triunfo de Pedro Sánchez, anunciado y empujado por el CIS, cabe destacar los resultados de Cataluña. A pesar de que el PP ha presentado allí a su mejor candidata: Cayetana Álvarez de Toledo, su escaño es el único que obtienen en toda Cataluña, donde un partido golpista, ERC, ha sido el ganador con 15 escaños, siete más de los que tenía, mientras que el partido de Puigdemont solo ha perdido uno. La buena campaña de Inés Arrimadas no ha servido para dar un escaño más a Ciudadanos, pero cabe destacar la tarea de otra mujer del partido naranja que ha sabido atraer un apoyo electoral muy consistente en la España vaciada, la candidata, ya diputada por Burgos, Aurora Nacarino. Hay otra mujer que ha hecho una gran campaña, la candidata de Vox, ya electa por Granada, Macarena Olona.

Pedro Sánchez ha ganado y puede elegir socio de Gobierno. Puede mirar a su izquierda y pactar con Podemos. También puede girarse hacia su derecha y hacerlo con Ciudadanos. “Con Rivera no, con Rivera no”, gritaba la peña en Ferraz, subrayando que eso que llaman ‘la militancia’ es el precipitado del sanchismo más sectario. Albert Rivera empezará a sufrir presiones, ya las está sufriendo, desde hoy mismo, aunque puede ceder a la tentación de dedicar el tiempo que viene a la demolición del Partido Popular y a sustituirle como líder del centro-derecha. Podemos no tiene otra alternativa que pisar moqueta como sea, entrar en el Gobierno de Sánchez y pondrá en ello todo su empeño. Para completar el peso, la torna, que diría Boadella, tiene el indulto a los golpistas, ya lo tiene prácticamente cerrado con Junqueras.