Santi González: “25 años del genocidio de Ruanda, una matanza que se hizo con procedimientos artesanales"
El jueves empieza la campaña electoral y estamos pendientes de las encuentas de intención de voto
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El análisis de la actualidad de Santi González en 'Hererra en COPE'.
Se cumplen 25 años del genocidio de Ruanda, en el que los hutus persiguieron y asesinaron a golpes de machete a unos 900.000 tutsis en 94 días. Recurramos al horror comparativo. Es una productividad de la muerte a mano airada superior a la de Auschwitz, especialmente si tenemos en cuenta que aquella matanza se hizo con procedimientos puramente artesanales. ¿Es posible que en 1994 tuviera lugar un horror como este sin que diera lugar a despliegues informativos, manifestaciones y protestas en la muy civilizada Europa? Es posible. La izquierda no se siente concernida si en la ecuación de la barbarie no están presentes los EEUU. Y aquí no lo estaban. Lo contaba en sus memorias Paul Rusesabagina: “Un día pasaron los belgas midiéndonos el ancho de la nariz. Ahí empezó todo”
ABC publica hoy una encuesta de GAD-3, a tono con las demás. Aunque los tres partidos de la derecha superarían en tres puntos a PSOE y Podemos, su fragmentación les daría menos escaños. El PSOE podría pactar a su izquierda y a su derecha, aunque Ciudadanos ha repetido hasta la saciedad que con Sánchez no pactará.
Después de lo de Iturgaiz en el PP, le tocaba a Albert Rivera, que ha dejado caer de la lista al europarlamento a Teresa Giménez Barbat, madre fundadora de Ciudadanos, que en sus tres años y medio en Estrasburgo ha acreditado sobradamente sus cualidades, baste recordarla como la impulsora del proyecto Euromind para comprender su brillantez. Pero Rivera parece empeñado en romper con sus orígenes y se ha cargado a Teresa como antes lo hizo con Xavier Pericay, otro padre fundador.
Ambos, junto a Fernando Navarro y Francisco Igea, que también habían acreditado sobradamente su capacidad política como diputados de Ciudadanos han sido arrumbados por el brillo fugaz de sus fichajes. He destacado el pundonor de Soraya Rodríguez, la exportavoz socialista en el Congreso que ha reaccionado con decencia a la desvergüenza errática del sanchismo. Pero echar a Teresa Giménez Barbat para poner en su lugar a Soraya Rodríguez es por parte de Rivera una renuncia deliberada a la excelencia. ¿Qué puede salir mal?