Del Val, ante la promesa de Sánchez: "Cada enfermero deberá poner 140 vacunas cada día, sin descanso"
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en el gran promesador, Pedro Sánchez:
"Existe en en el diccionario de la lengua española un verbo procedente de Argentina muy ilustrativo: promesar. Y tenemos en España un gran promesador, un experto en conjugar este verbo, siempre y cuando las condiciones atmosféricas de la política lo permitan. Y, ayer, lo permitían, porque parece que los burócratas de la Unión Europea se han despertado de la modorra, y van a llegar más vacunas.
No, no creo que vuelva a repetirse la escenografía del paquete de vacunas con una banda en la que podía leerse “Gobierno de España”, que parecía que Moncloa se había reconvertido en un laboratorio farmacéutico. Hasta los grandes promesadores conocen que hay límites que, al traspasarlos, llevan ridículo y, por ese camino, cuando se nos muera el abuelito por la pandemia, sacaremos el ataúd envuelto en una cinta que diga “Gobierno de España”.
No, simplemente, el Gran Promesador nos anunció que en verano -en septiembre para los no entendidos- estará vacunado el 70% de la población española tal como nos había promesado antes.
¿Por qué desconfío? Porque ya me promesó en julio del año 2020, que esto se había acabado; porque antes de las Navidades de 2020 me promesó que con la vacunas que iban a llegar esto estaba vencido. Porque al ritmo actual, en septiembre, como mucho, habría 9 millones de personas vacunadas. Para que su promesa se cumpla se deberá incrementar la vacunación en un número de personas igual a la mitad de la población que vive en España: 24 millones de personas. Es decir que en seis meses se van a aumentar las vacunas en un 600%. Ojalá se consiga. Ojalá. Pero eso significa que cada día, cada día, incluidos sábados y domingos, habrá que vacunar a cerca de 140.000 españoles. En España hay unos quinientos enfermeros por cada 100.000 habitantes. O sea, que cada día, sin descansar ni los domingos, cada enfermero deberá poner 140 vacunas, y eso lleva de ocho a nueve horas diarias de trabajo, sin una pausa ni para tomar un café.
Claro que yo soy de letras y el Gran Promesador es doctor en Economía sobresaliente cum laude. Seguro que ha hecho las cuentas mejor que yo, o miente de nuevo, según su costumbre, sabedor de que nos gusta creer en las promesas, aunque las diga un doctor en mentiras".