Del Val: "¡Ya me extrañaba a mí que Rajoy no estuviera relacionado con el virus!"

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Luis del Val

Publicado el - Actualizado

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España siempre sorprende y, ayer, aconteció uno de esos momentos mágicos que lo corroboran. Medio planeta echándole la culpa del coronavirus a los chinos, y llegan los de Bildu y descubren, de manera sencilla y sin alharacas, que la propagación de la pandemia se ataja derogando la reforma laboral del año 2012. ¡Ya me extrañaba a mí que Rajoy no estuviera relacionado con el virus! Lo meritorio de este descubrimiento, además, es que la reforma laboral de 2012 ha recibido toda clase de loas por parte de los economistas, y se le atribuye la recuperación económica, tras el desastre Zapatero, lo que aumenta el mérito de Bildu en su valentía de denunciar su culpabilidad en la contagiosa enfermedad. Fíjate si será valiente Bildu, que llenaron de pintura roja la puerta del domicilio de la secretaria de los socialistas vascos, la amenazaron con pasquines, pasearon fotografías de asesinos presos y, a la hora de condenar la acción, pensaron que eso era jarabe democrático -no sé si les suena la expresión- y dijeron que, bueno, no estaba bien, pero que peor es tener a un asesino preso en una cárcel lejana, y además, estaban en plena revolución por el descubrimiento científico de que en cuanto se derogue la reforma laboral de 2012, el coronavirus, que seguro que tiene su sindicato, se reunirá en asamblea, y se marchará de España. Porque Sánchez nunca hubiera pactado con Bildu -y seguro que sin entrenamiento puede repetir cinco veces que nunca pactará- pero lo que a él le preocupa es la salud de los españoles, y, como dicen los futbolistas, él está dispuesto a darlo todo, incluida la supresión de una reforma laboral que fue el origen de la creación constante de empleo durante siete años. No, señora, no ahora, no se crea empleo, ahora estamos en los ERTES de hoy, que serán los parados de mañana.

Ya sé que mis compañeros y tertulianos critican mucho a este presidente de Gobierno, pero si él dice que lo único que le preocupa es nuestra salud, y firma con los palmeros de ETA, presididos por el experto en secuestros, Otegui, es porque está dispuesto a sacrificarse por nosotros y lleva a cabo cualquier cosa, aunque le perjudique. Mira cómo se sacrificó en Navarra, por el bien de los navarros. Mira cómo se sacrificó con las mascarillas. Lo contó Fernando Simón y confesó que habían dicho que no eran necesarias las mascarillas porque no había mascarillas. Y Sánchez, preocupado por nuestra salud, le ordenó a Fernando que dijera que las mascarillas eran superfluas. Para evitarnos ansiedad, para aliviar nuestra congoja, para quitarnos la angustia. Sí, posiblemente, durante esas semanas, se contagiaron por no llevar las mascarillas unos cientos o unos miles, pero como él dice, nos ha salvado la vida a más de 300.000 españoles, y, encima, nos evitó la zozobra de ir pensando que por no llevar mascarilla corríamos un peligro. ¿No les emociona esta falta de egoísmo, este sacrificio constante de Sánchez? Puede que lo comprendan menos los votantes de Ciudadanos, pero ya se sabe que es muy difícil contentar a todos.

Por cierto, a partir de hoy, apaguen las cámaras de seguridad de bancos, joyerías, supermercados, comercios y centros oficiales, esas cámaras que graban durante 24 horas. Con la mascarilla y unas gafas de sol, saldremos todos a la calle vestidos de atracadores.

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