Del Val: "Da lo mismo que el presidente sea Illa o el prófugo, las medidas de discriminación serán las mismas"

El profesor analiza una jornada clave para Cataluña

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Luis del Val

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El espectáculo consta de dos partes. La primera se basa en el bonito entremés que lleva por título “DE COBARDE PRÓFUGO… A EXILIADO VALIENTE”, en cuyo transcurso ha intervenido el público, según conocidas tendencias teatrales. Pero la obra principal se estrenará ya en septiembre, como todos los grandes estrenos y se titula ¡POR FIN, EL DIVORCIO!, un reality show donde Cataluña se desgaja de España, con cargo a los presupuestos generales, que pagamos todos los españoles.

Aunque les parezca que el futuro presidente de la Generalitat, Salvador, parece asustado, no lo está. Ya ha firmado anular el artículo 14 de la Constitución, sin necesidad de que eso sea aprobado en las Cortes por mayoría cualificada. La financiación privilegiada destroza la igualdad de los españoles ante la Ley.

Les parecerá asustado, pero ya ha firmado, también, el destierro del idioma que hablan 600 millones de personas en el mundo, o sea, que los padres de Canet, los españoles que viven en Cataluña, lo van a tener tan difícil o o más, que cuando estaba al mando del totalitarismo nacionalista el ciudadano Aragonés García.

Se subvencionarán los chiringuitos de fortalecimiento del catalán, se perseguirá a los funcionarios -sean médicos, catedráticos o subalternos- que hablen castellano, con tanta intensidad como lo haría el Cobarde Prófugo si fuera presidente. Más aún: el futuro presidente de la Generalitat, Salvador Illa, antes de ser investido, incluso antes de formar Gobierno y nombrar al consejero de Interior, ya ha tomado la decisión de nombrar jefe de los mossos de Esquadra a José Luis Trapero Alvarez, el que -de paisano, claro- tocaba la guitarra en las fiestas nacionalistas.

Parecerá asustado, pero hasta le hace los deberes a su futuro consejero de Interior, antes de nombrarlo. Y esta será la obra que se estrene en septiembre. El acontecimiento político más grave, sucedido en España desde 1978. Más aún que el intento de desestabillización de la Unión Europea por parte del Cobarde Prófugo. Da lo mismo que el presidente sea Salvador Illa o el Cobarde Prófugo, porque las medidas de discriminación fiscal, social y legal serán las mismas. Lo notarán al volver de vacaciones, cuando en la España vaciada comiencen a desaparecer los escasos médicos que quedan, por falta de dinero. Pero Salvador Illa y Pedro I, El mentiroso, conservarán el poder.