Del Val, por el silencio del Gobierno a las listas de Bildu: "Un salivazo sobre las tumbas de los compañeros"
Asegura el profesor que "este olvido de la parte heroica del socialismo, mientras se recuerda sólo a los muertos de una parte de la Guerra Civil, es de una indecencia repugnante"
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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de Herrera en COPE en la reacción a la fuga de los miembros del Gobierno para evitar responder sobre las listas electorales de Bildu, en las que van etarras con delitos de sangre:
"A mí no me extraña que una ministra del Gobierno, perteneciente al comunismo vintage de Podíamos, salga del Consejo de Ministros y se ponga a criticar lo que ella misma ha aprobado, porque la vida es dura, hay mucho paro, y una nómina de ministro no la van a volver a tener en su vida.
Lo que me causa un asombro extraordinario es que personas con méritos profesionales demostrados y acumulados, personas con gran prestigio, lo hayan destruido al entrar en el circo de mentiras de Pedro I, El Mentiroso. Desde Subirats a Marlaska, desde Nadia Calviño a Luis Planas, pasando por Escrivá y Robles. Los demás serían suplentes en un Gobierno de segunda división. Pero es que incluso esos ministros socialistas, que han visto matar a compañeros suyos, callaron cuando Pedro I, El Mentiroso, pactó con Bildu.
Y, ahora, cuando sin ningún pudor van a ser concejales los que antes mataron al concejal Isaías Carrasco, por eso, por ser concejal de Mondragón, obedecen como esclavos la orden dada de que no comenten este escándalo insuperable. Estos ministros socialistas lo son gracias a la sangre de Germán González López, que fue el primero, a los que siguieron personas tan queridas como Fernando Múgica, Francisco Tomás y Valiente, Ernest Lluch, Pagazaurtundúa y tantos otros.
Hay una foto de Patxi López, que resulta hoy relevante, y es en la que aparece llevando a hombros el ataúd de uno de los suyos. Pero, ahora, los suyos, son también los de Bildu. Este silencio en el PSOE, este salivazo sobre las tumbas de los compañeros que dieron la vida por el partido y por la democracia de España, este olvido de la parte heroica del socialismo, mientras se recuerda sólo a los muertos de la Guerra Civil, es de una indecencia repugnante.
La capacidad de Pedro Sánchez para machacar biografías de quienes elige es muy eficaz, pero, además de los individuos, está ensuciando al Partido Socialista Obrero Español, le está quitando bocados de dignidad cada día. Porque no me creo, no puedo creerme que en el PSOE -donde tengo y he tenido muchos amigos- haya desaparecido la memoria y el orgullo de un partido que forma parte de la historia de este país. Bueno, la memoria se debilita, y el orgullo se relativiza, pero no se puede perder la dignidad. Sin dignidad no somos sumisos, sino esclavos".