Luis del Val: "Les adelanto que el discurso del Rey va a ser escandaloso"
"Escandaloso". dice el profesor "porque estoy convencido de que el discurso del Rey estará lleno de sentido común"
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El pasado siete de enero, una vez abiertos los regalos que nos habían traído los Reyes Magos, nos encontramos con el regalo mayor de todos, y es que Pedro Sánchez, doctor en Economía, según dice su familia, fue investido presidente del Gobierno de España.
La afición siempre es impaciente con los grandes fichajes, y parece que hay inquietud, porque el Gobierno de progreso, pero de un progreso que según dicen va a ser de gastroenteritis, tiene semanas en las que produce la impresión de que por la mañana no hace nada y, por la tarde, lo pasa a limpio.
Hoy estamos a 3 de febrero, y parece que lo único que podemos destacar es la subida del salario mínimo, y la conversión momentánea del ministro de aeropuertos y vuelos nocturnos en jefe de policía para salvar a una narcotraficante millonaria, que casualmente es vicepresidenta de la dictadura venezolana. Pero no es lo único y seríamos injustos en resumir que eso es todo lo que ha llevado a cabo el Gobierno en un mes. Injusto y falso. Por ejemplo, en menos de un mes, que digo en menos de un mes, en menos 24 horas, Pedro Sánchez, él sólo o en compañía de otros, pasó de los 13 ministros que tenía Rajoy a 23. La gente se piensa que inventarse 10 ministerios nuevos es tan sencillo como hacer una tortilla, anda que no hay que discurrir, porque a lo peor te despistas un poco, te sale un ministerio de observación de las nubes, y a la gente le da la risa. Pero no es eso sólo, sino que cada ministerio lo tienes que dotar de subsecretario, secretarios de estado y directores generales. Y asesores. Ha sido tan ingente el trabajo del presidente que, tal como dice ABC, hemos logrado pasar de 177 asesores, que tenía Rajoy, a 242, que es que, ya verás, en los cócteles raro será que no te tropieces con un asesor de algo. Han subido sólo el 40%, y eso demuestra que estamos con un gobierno de progreso, pero de progreso que no habrá estreñimiento que se le resista.
En este ambiente esperanzador se producirá la inauguración de la legislatura, a la que parece seguro que asistirá el ministro aeropuertos y vuelos nocturnos, y no asistirá el cabo furriel de Oriol Junquera, Gabriel Rufián, ascendido a oficial de enlace, y encargado de presentarse en Moncloa a dar órdenes al presidente del Gobierno.
Fíjate, hubo un tiempo en que estuvimos pendientes de lo que iba a sacar el ciudadano Rufián desde su escaño: una pistola de agua, unas esposas, un juego de arquitectura, una fotocopiadora, algo, que convertía su escaño en un puesto de todo a cien, pero hoy, ascendido a oficial de enlace con Moncloa no va a acudir. Me temo que no habrá lágrimas por esta sentida ausencia, ni por la de sus compañeros de pandilla secesionista.
En esta situación, se especula con el contenido del discurso del Rey y les puedo adelantar que va a ser escandaloso. Escandaloso sí. Porque estoy convencido de que el discurso del Rey estará lleno de sentido común, y hoy, en España, el sentido común es tan raro y escaso de encontrar que, cuando sale a la superficie en boca de alguien, produce el efecto de una bomba.