Luis del Val: "Tendremos tantas naciones que a ver cuál elegiremos"

Anoche, en La Linterna, Angel Expósito, Fernando Jáuregui e Ignacio Camacho comentaban que el grupo parlamentario socialista no permitió hacer fotos de las reuniones que tenían con otros grupos parlamentarios, y repartieron ellos mismos las fotos, como sucede en cualquier dictadura. 

En nuestra Dictadura el Ministerio de Propaganda -que es el que se encarga de estos menesteres- se denominaba Ministerio de Información y Turismo. Y no sólo repartía las fotografías oficiales que se debían publicar, sino que cuando se trataba de visitas del Dictador, se repartían también los textos, y, al día siguiente, todos los periódicos publicaban mismo texto, que era el que habían redactado los funcionarios del Ministerio de Información y Turismo. 

En una ocasión, con motivo de la visita del Dictador a algún lugar, que creo que era El Valle de los Caídos, el redactor del Ministerio de Información y Turismo escribió un texto, en uno de cuyos párrafos se podía leer: “Al entrar el Caudillo en el recinto, las campanas doblaron de alegría”. Parece que el redactor había confundido repicar con doblar, que como todos sabemos es toque de difunto. Un periodista del diario YA, intentó informar a alguien de la comitiva del error de la nota de Prensa, pero el funcionario, impertérrito, se limitó a decir con voz autoritaria: “Usted publique lo que se le ha entregado”. No sé si ese mismo periodista, u otro, redactó una copla que se hizo popular entre los plumillas, y que decía así: “El doblar, que es toque triste,/ puede serlo de optimismo, si lo dice el Ministerio de Información y Turismo”. 

Que en la sede parlamentaria, que es el símbolo de la soberanía popular, se ejerza la censura de la imagen, indica el subconsciente autoritario del tonto contemporáneo responsable de la decisión, inspirado, seguramente, en la admisión de sólo dos preguntas del presidente del gobierno en funciones en su última rueda de Prensa, y que dejó perplejos a los compañeros de la prensa europea.

Por aquí ya no nos quedamos perplejos ante nada, gracias a la terapéutica aplicada con insistencia por el presidente en funciones, capaz de decir una cosa y la contraria con una diferencia de días o de horas. 

Este gobierno en funciones, no necesita pretextos, porque en las negociaciones le gustaría que el texto que va en las publicaciones estuviera en el contexto de grandes admiraciones. Que es que  están echando el resto para que las ambiciones del investido en gobierno se cumplan por sus... limones. Que es cuestión de sentimientos y en estas negociaciones habrá de nuevo refrendos, que es que las constituciones se tunean con esmero, y dejan al secesionista con una nación de estreno. Tendremos tantas naciones que a ver cuál elegiremos.