Muere Noah Pothoven, la joven de Holanda que pidió la eutanasia al no superar un trauma de abusos sexuales

Sólo tenía 17 años y quiso morir. Era guapa, rubia y con talento.

Vivía en un ambiente acomodado, pero arrastraba un trauma infantil. Fue violada por su primo. Ese suceso no pudo superarlo y le provocó una prolongada depresión, estrés postraumático y anorexia.

Lo narró en su libro de éxito: “Ganar o aprender” donde escribió: “Sigo respirando, pero no estoy viva”.

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Noa Pothoven murió en el salón de su casa de la ciudad holandesa de Arnhem, con la ayuda de una clínica dedicada a la eutanasia.

Lo hizo ante la complacencia de sus padres, familiares y amigos que se despidieron plácidamente de ella. Ha sido un acontecimiento público. La joven lo ha ido narrando en Instagram.

En esta red social escribió: “En un plazo máximo de 10 días moriré. Después de años de lucha, se termina. He dejado de comer y beber por un tiempo, y tras muchas discusiones y evaluaciones, seré liberada porque mi sufrimiento es insoportable”.

La eutanasia es legal en Holanda desde 2002. A partir de los 12 años pueden pedirla los niños con enfermedades sin curación y padecimientos insufribles, pero necesitan el permiso de los padres. A partir de los 16 años deciden por su cuenta.

Holanda, un Estado convertido en Dios.

Esta es la 'Historia del día' en 'Herrera en COPE'.