Madrid - Publicado el - Actualizado
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Tal día como hoy, pero de 1798, se produjo la última ejecución en la Plaza Mayor de Madrid. En el patíbulo y a garrote vil, murieron María Vicente de Mendieta, de 32 años, y su amante, Santiago San Juan, de 24.
Ambos habían sido acusados del asesinato del marido de ella, el influyente comerciante Francisco del Castillo, amigo personal de Juan Meléndez Valdés y de Francisco de Goya.
Este suceso causó un gran impacto en Madrid. María Vicenta se había enamorado perdidamente de su primo Santiago y le convenció de que era necesario matar a su marido porque comenzaba a sospechar de su relación.
Él entró en la casa disfrazado de fraile y, aprovechando que la víctima había ingerido un suero, debido a una infección bucal, le asestó once puñaladas.
El fiscal del caso fue Meléndez Valdés y el ministro de Gracia y Justicia era Gaspar Melchor de Jovellanos.
Los amantes confesaron el crimen tras sufrir severas torturas. La sentencia fue contundente. Se les impuso la pena de garrote. Los dos reos fueron ejecutados uno frente a otro en la Plaza Mayor.
Goya, amigo de la víctima, reflejó este suceso en varios lienzos. Parece que la reina María Luisa intercedió por la vida de María Vicenta pero la presión del pueblo fue contundente para que se llevase a cabo la sentencia.
Por la Villa y Corte corrían unos ripios que decían: “Si a la plaza no sale la del Castillo pueden ya las mujeres matar maridos”.