Organiza la pedida de mano a su mujer en Sevilla y lo que hacen sus amigos al otro lado del río obliga a la policía a intervenir

Este jueves, preguntamos a nuestros fósforos por sus pedidas de mano. ¿Cómo fue ese momento inolvidable? ¿Dónde les pidieron matrimonio? ¿Fue un momento especial o no fue como se lo habían imaginado?

Uróloga por amor

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Una novia es protagonista de la pedida de mano más alucinante en un restaurante: "¿Estás flipando?"

La primera en llamar ha sido Mila, que ha explicado como tras su pedida de mano su vida dio un giro inesperado: "Lo mío fue que acababa de terminar la carrera, soy médico y me estaba preparando el MIR. Hice el MIR y saqué una nota que no me permitía elegir la especialidad que a mí me gustaba, que era ginecología.

Imagínate, después de estar un año preparando el examen, para mí era como un bajonazo importante. Y estaba muy triste, desconsolada, llorando. Vino mi novio, que hoy es mi marido, y me trajo un súper anillo, me dijo, no pasa nada, yo voy a esperarte, y me pidió matrimonio. 

Repetí el MIR y saqué súper buena nota, pero no la suficiente como para quedarme en mi ciudad, que es Valencia, a hacer ginecología, que era lo que yo quería. Finalmente, elegí la especialidad de urología y yo siempre digo que soy uróloga por amor".

uNA PEDIDA DE MATRIMONIO MUY ORIGINAL

Otro de los oyentes que ha llamado ha sido Manuel, que a sus más de 60 años no ha olvidado ese momento: "Había una granja con tres o cuatro caballos y una burra. Mis cuñados se subieron a los caballos y a nosotros nos dejaron la burra. Y ahí subidos, le dije, ¡qué nos casamos! De ahí ya fuimos hablando y cogimos la fecha"

Además, ha confesado que no hubo arrodillamiento: "Eso es lo fino que ha sacado ahora la edad moderna. Antes llegabas y si te decía que sí se te había caído el cielo encima".

LOS AMIGOS, CÓMPLICES DE LA PEDIDA

Por su parte, José ha contado su historia, una pedida realmente bonita, pero con un final inesperado: "Yo tuve una pedida que al principio iba a ser tranquilita, pero después me fui animando y fui haciendo cositas. La hice en Sevilla, en el restaurante de María Trifulca, que está ahí en el Puente de Triana. 

La cena la hicimos arriba, al aire libre, y en la otra orilla del río, acorde yo con unos amigos míos de desplegar una pancarta de 6x4. En un momento dado de la cena, yo me compré un puntero láser, le hice la señal y desplegaron la pancarta con la típica frase de, "¿te quieres casar conmigo?"

Y aparte, después de la pancarta, pusimos unos fuegos artificiales enormes con la mala suerte de que pasaba por allí la policía local y mis amigos tuvieron que salir por patas". 

Pese a lo ocurrido, el sevillano recuerda el día con humor y confirma que, a día de hoy, está casado con la que fue su novia y tienen dos hijos.