Un vecino de Ciudad Real amanece una mañana cualquiera y el motivo por el que tiene que coger el coche sorprende a su mujer: "Tengo que ir"

Nuestros 'Fósforos', como es habitual, responden con mucha generosidad a nuestro tema del día. Se celebra el día mundial de la gente peculiar. Y, por eso, queremos aprovechar esta fecha para hablar con ellos sobre gente extraña y/o personas con rarezas. 

El primer oyente, llamado Juan Ángel, relata que el peculiar es él mismo. Nos llama desde Membrilla (Ciudad Real). "Mi mujer dice que soy más raro que nadie. Todas las veces que me levanto, tengo que ir al trono. Y en el trono, no puedo. Tengo que salir al campo", relata provocando las risas de los colaboradores de 'Herrera en COPE'. Tiene que recorrer...¡20 kilómetros todos los días para poder ir al baño! ¡Y en el campo!

Inmediatamente después, Daniel nos dice que la persona extraña que no conoció, pero que le hubiese encantado conocer, es a un matemático del siglo XX. Decía que solamente comía comida preparada de su mujer. "Y cuando se quedó viudo, se murió de hambre. El hombre, todo el día ahí metido con fórmulas raras, símbolos... igual perdió un poco la cabeza".

Jesús aprovecha su intervención para hacer un homenaje a una persona que recientemente ha fallecido y era muy conocido en A Coruña. Juan Agrelo. Había regentado una tienda "de ropa deportiva. Era increíble. Un hombre que era constantemente amable, agradable, socarrón. Maravillosa persona. Te arrancaba una sonrisa. Es muy difícil ver, ahora mismo, gente tan simpática".

"daba gusto verlos conjuntados con la ropa; por lo bien compenetrados que estaban"

Miguel es otro 'fósforo' que nos llama desde Sevilla. Dice que no puede con la gente rara que "les gusta trabajar. ¿Pero cómo que te gusta trabajar? Y otro grupito que son magníficos. Los que dicen que necesitan correr llueva o nieva. Esos son personas muy raras".

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¿Y Pilar conoce a gente peculiar? Responde que, hace años, había un matrimonio "en mi zona e iban siempre conjuntados. Eran normalitos. Pero él, por ejemplo, iba con sus sombreros para conjuntar con sus chaquetas. Aunque bueno, la combinación de colores eran un poco raros. Daba gusto verlos por lo bien compenetrados que estaban. Por lo demás, había días que mejor. Y días que peor".

Por último, Alberto nos llama desde Zaragoza. Resulta que el raro es él. Asegura que, desde que era bien pequeño, siempre tenía que comprobar que su madre había apagado el fuego tras hacerle su cenita. Una manía que mantuvo hasta bien mayor.

Va a Matalascañas en coche con amigos, les para la Guardia Civil, y los agentes alucinan por la reacción del conductor en pleno control

Hay otras historias muy particulares que nos contaron, en un momento dado, nuestros queridos 'Fósforos'. 

Un ejemplo de ello es lo que nos trasladaba Salvador. Decía que, en su fiesta de graduación, "estábamos ahí y a eso de las 4 de la mañana dijo un compañero lo bien que se estaría en la playa, viendo amanecer. Total, que fuimos por la carretera de Huelva para Matalascañas. En aquella época, había muchos controles de la Guardia Civil".

Prosigue su historia indicando que había bebido, iba detrás del coche y "el conductor le iba metiendo caña por la autopista. Nos encontramos con un control. Y reaccionó tarde. Los guardias civiles estaban revisando una furgoneta. Le dijimos que frenase y pegó un frenazo que el de la furgoneta, se tiró. Literal. Los que estaban por detrás, nos apuntó con la metralleta. Del frenazo que pegó, me agarré a los dos reposacabezas y terminé por delante del conductor".

Los guardias civiles estaban "entre blancos y cabreados. Se acercaron a nosotros. El guardia civil apuntó a mi compañero y a mí me dio por reírme. Y el tío apuntándome a mí con la metralleta. El amigo no encontraba los papeles del coche". Y, al final, lo dejaron estar. Puedes escuchar este testimonio y otros más aquí.