Visita con su padre el Capitolio en Washington y, décadas después, no puede borrar de su memoria lo que vio en una de las salas: "Nos sacaron de allí"
Lo cuenta una 'Fósfora' a través de un relato que ha llamado mucho la atención por la escena que presenció con su padre

Visita con su padre el Capitolio en Washington y, décadas después, no puede borrar de su memoria lo que vio en una de las salas: "Nos sacaron de allí"
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En el 900.50.60.06 nuestros 'Fósforos' nos cuentan los sitios en los que se colaron por error. Sin quererlo. El tema no tiene desperdicio. Y los testimonios que nos han contado, tampoco.
Manuel es el primer oyente que nos cuenta que lo suyo fue de locos. Hablamos del año 1979-1980. Estaba en la Feria de mayo de Córdoba y tenía un familiar que vivía en la sierra. Era el guardián de una finca. Ese domingo por la mañana, fue a recoger a este familiar y a su familia para ir a la feria. Entró por un camino y accedió a la finca "y al salir ando un poco y me aparece un coche corriendo rápido. Yo sigo y, a los 100 metros, otro coche que me aparece igual. Ya me extrañé. Era una carrera de rallys. Había una cantidad de gente enorme. Se echaban las manos a la cabeza y me hacían gestos".
Al final, le desviaron para otra carretera "y ya me pude quitar de en medio".
"había unos guardas en la puerta y mi padre pasó de largo"
Otra 'Fósfora', llamada María, dice que su padre es de un pueblo de León. Muy paisano. Estaban en Estados Unidos porque en verano la mandaban a estudiar inglés.
En uno de esos viajes, su padre la recogió. Estaba cerca de Washington. Se quedaron allí 10-15 días. Fueron a visitar la ciudad. Vieron el Capitolio "y yo tenía unos 16-17 años. Entramos con un grupo y, en un momento dado, veo que empieza a andar por un pasillo. Había unos guardias en una puerta y él pasa de largo. Abre, asoma y era como una sala grande. Gente puesta en traje. Unas banderas. Nos sentamos y todo. Yo no entendía nada y, al cabo de un rato, unos militares enormes. Nos sacaron de allí". Por tanto, lo que presenciaron es una reunión un tanto extraña, pero que era estrictamente confidencial y que no querían compartir con turistas como María y su padre.

Luis, por otra parte, asegura que se coló en el pabellón de la navegación. En la Expo. Cuando pasó la exposición, entró con su mujer a ese pabellón "y había gente allí. Nosotros cuando llegamos a la puerta, nos dejaron pasar. Nos pusimos a ver el pabellón y veía que todo el mundo se conocía. Nosotros no. Cuando llegamos al final de la visita había una sala espectacular con unas mesas montadas. Nos sentamos a comer".
Y se acercó a ellos una señora bien vestida. "Nos dijo: ¿Ustedes son del Santander? Y yo les dije: No, yo soy del Betis. Pero no nos dejaron comer".
Gonzalo fue a Tenerife con su cuñado. Ellos son de Cáceres. Querían conocer el Teide. Subieron a un mirador "y había un policía que nos decía que había que sacar un permiso en Tenerife. Mi cuñado me dijo que no hiciésemos ni caso. Cuando estábamos empezando a subir sonaba un silbato. Y mi cuñado me decía 'tú no mires'. Llegamos arriba del todo. Oye, merece la pena".

Imagen de archivo del teleférico del Teide. EFE/Ramón de la Rocha
La cosa es que cuando estábamos bajando "nos esperaba el policía. Y mi cuñado le pidió una foto".
Juanjo es el siguiente oyente que nos comparte su historia. Dice que parecía que su madre estaba enfadada con su padre porque no la llevaba a ningún sitio. Al final, decidieron irse a Castellón. Ver la mascletá. Se metieron detrás de una valla "y cuando nos damos cuenta, viene la corte de honor, el alcalde y aparece la prensa. Resulta que estábamos en el palco de autoridades y nadie nos dice nada".
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Encarna dice que su hijo fue a China. Estaba paseando, haciendo sus fotos, y lo detuvieron. Así, de repente. No sabía lo que estaba pasando "y se lo llevaron a un salón enorme. Enfrente tenía como un jurado que no paraba de hacerle preguntas. Se había metido en una zona militar. Por error. Y encima se partió una pata de una silla y se cayó".
Cerramos la sección con Maricampo. Ella se coló en las grutas del Vaticano. En el año 95 no se podía visitar. Vio una puerta abierta y se coló. "Y me encontré con todos los sepulcros. Un señor me preguntó qué hacía allí. Me dijo que no se podía visitar. Era un fraile y me preguntó de dónde era. Le dije que era de Valladolid y ya me explicó todo".