Invita a sus amigos a la romería del Rocío y alucina por la apuesta que cierran al llegar: "Traían..."
En esta ocasión, preguntamos a nuestros 'fósforos' sobre aquellas personas que tienen próximas y que son un tanto brutas
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Llega el momento en el que charlamos con nuestros 'fósforos'. Les preguntamos sobre gente bruta. ¿Conocen a alguien así? Saúl es el primer oyente que le ha contado a Alberto Herrera lo bruto que era su abuelo. "Metía el brazo dentro de los panales. Las abejas le rodeaban el brazo y decía que no pasaba nada. Cuando me hacía caca y no había papel, me decía que me limpiase con una piedra".
Ángel, por otra parte, relata que el bruto era su padre. Ha alabado lo trabajador que era, aunque "era muy animal. Tenía una cuadra y un carro con su mula. Se dedicaba a todo. Una vez, se le rompió el carro en medio de Cibeles cargado de escombros. Lo cogió como pudo y lo apartó". Eso sí, dice que era muy trabajador y se volcaba en su familia porque "era lo más bueno del mundo. Pero muy bruto".
Un 'fósforo' llamado José María cuenta que, por cuestiones de la vida, lleva mucho tiempo por Almonte (el Rocío). Un año, en romería, tenía la costumbre de ir con él cuatro-cinco amigos solteros. Su apuesta era ver quién comía más. "Traían un barril de cerveza por persona, un saco de pan diario, y las papas, los tomates y todo eran por cajas. Y el Rocío suyo era en camiseta. Tenían un carrito normal, hace ya 30 años, y salían de vez en cuando a dar una vuelta en el carro".
Llegaron a un sitio que había una mancha de arena. Todos empezaron a apostarse a ver quién sacaba el carro. Al final, uno se enganchó y los otros se subieron. ¡Pero no consiguió moverlo!
"Hacía viajes de tres horas en carro y se ponía también una piedra de despertador"
Javi lo tiene claro. La persona más bestia que conoce es su abuelo. "Una vez, se arrancó la falange de un dedo. Hizo mucha fuerza. Otro día, cogió un coco y lo partió con la mano", relata en los micrófonos de 'Herrera en COPE'.
¿Y Julián? ¿Qué nos cuenta? Responde que, como Javi, su abuelo era muy bruto. "Hacía viajes de tres horas en carro. Se ponía una piedra de despertador. Al dolerle la cabeza, se despertaba. La utilizaba de almohada". No te pierdas aquí la sección completa.
Por último, Álvaro dice que tenía un compañero de trabajo. Con 17 años, se encontraban trabajando y se le quejaba constantemente. Le decía que iba a coger la baja y, al final, "enganchó un martillo, puso el dedo gordo encima y si vieras como chillaba. Acabó en el hospital y se pegó buenas vacaciones".
Uno de nuestros 'fósforos' relataba la experiencia que vivió con unos amigos en la romería del Rocío. En esta ocasión, se viralizaron las imágenes de un peregrino que acudía prácticamente sin poder andar, arrastrando las piernas, hasta que se encuentra delante de la imagen de la 'Blanca Paloma'. La emoción que provoca estas imágenes se puede ver en los comentarios.
Cabe recordar que este camino se trata de una romería que tradicionalmente se hace a pie, a caballo o en carreta, hasta la ermita de la aldea del Rocío, una pequeña aldea de Almonte, en Huelva. El camino, valga la redundancia, comienza desde múltiples lugares y coincide en su meta; hay incluso quienes no peregrinan y solo acuden a la aldea.