Gay de Liébana: "España es una buena economía para crecer e invertir, aunque sobra tanta influencia política"

En los países más competitivos el sector público va a remolque del privado. En España hay excesiva intervención del Gobierno en la economía: se quiebra el funcionamiento puro del sector privado, y eso influye en la pérdida de posiciones de España en el ranking mundial de la competitividad…

Cayendo en 2018 al puesto 36 (en 2017, el 34). Estamos a un nivel similar al de Kazajistán, Arabia Saudí… España retrocede en competitividad. El Estado no estimula ni promueve sectores innovadores: impide el desarrollo

¿Qué factores miden la competitividad?

La situación de la economía, la eficiencia del sector público, la eficiencia del sector privado y la calidad de las infraestructuras. España, en principio, es una buena economía para crecer e invertir, aunque sobra tanta influencia política…

Pero fallamos, por ejemplo, en educación. Formamos excepcionales ingenieros, obligados a emigrar. ¡Hay qué formar otro tipo de talento que encaje en nuestro modelo productivo!

Se ha impulsado la productividad, sí, gracias a que nuestros salarios han crecido menos…

El secreto no está en más impuestos ni en salarios mínimos, sino en saber crear empleo de calidad y fomentar el talento en sectores económicos que tiren. Sufrimos un palmario desajuste entre nuestro sistema productivo y educativo que tendría que adecuarse a las necesidades de nuestra economía