Gay de Liébana: "Movimientos hotelesros"
La fiebre de los hoteles de lujo hace acto de presencia
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Sobre todo, en Madrid, la fiebre de los hoteles de lujo hace acto de presencia. Probablemente, el pistoletazo de salida lo dio a finales de septiembre el flamante Four Seasons, que parece actuar como imán para atraer hacia la capital a otras hoteleras premium como Marriot, Intercontinental, Hyatt, Pestana, Rosewood y cuyo efecto, con las cosas apaciguadas, puede irradiar hacia otros puntos de nuestro país. Tal vez la demanda hotelera aún no responda por completo pero la calidad empuja los precios. Ahora, Pilar, tendría que ser la hora de otras ciudades españolas que se sumen a ese ardor de hoteles de lujo, propiciando un cambio a mejor en nuestro modelo turístico.
Entretanto, algunas de las grandes compañías hoteleras españolas están adelgazando sus activos y proceden a la venta de hoteles para hacer frente a los golpetazos causados por la pandemia. La inversión en hoteles es intensiva si se basa en la propiedad del inmueble y la propia gestión hotelera. Concentrarse estrictamente en el negocio hotelero, libera recursos inmovilizados en inmuebles que se canalizan hacia el negocio y permite centrarse en la gestión. Los balances de nuestras compañías hoteleras se han visto resentidos y necesitan sanearse, con unas cuentas de resultados en 2020 malas. Reforzar liquidez, rebajar deuda, fortalecer capitales propios es el propósito fundamental
Las operaciones de sale and leaseback, o sea, la venta del inmueble a un fondo inversor con el posterior alquiler a largo plazo por parte de la hotelera da oxigenación financiera y desintoxica balances encallados al cierre de 2020. Los fondos tienen exceso de liquidez y los hoteles de edificaciones. Desinvertir para invertir y crecer sin tensiones de tesorería, Pilar