"Berlín debería haber hecho un esfuerzo": el reproche de Ferrari a Alemania por beneficiara Putin
Javier González Ferrari analiza en su sección 'Mirando a dar' la última hora de la invasión en Ucrania
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Miro las imágenes de la ciudad de Mariúpol que prácticamente ha dejado de existir. No se trata de una ciudad fantasma, sino de una ciudad mártir, como tantas otras de un país que está resistiendo a la siniestra máquina de guerra rusa, dirigida por un genocida.
El papel de Bielorrusia y el de Alemania
Kiev, la capital, podría entrar pronto en el terrible efecto dominó que llega desde el estepero, también desde el norte, con la indecente complicidad de Bielorrusia, un estado vasallo de Putin que parece estar dispuesto a poner a prueba la paciencia de los países de la OTAN que intentan evitar una tercera guerra mundial de consecuencias apocalípticas.
Ese híbrido de Nicolás II y Stalin, está consiguiendo que le lleguen 800 millones de euros de la Unión Europea en la compra de gas y petróleo, un buen dinero para seguir financiando la masacre que está infligiendo al pueblo ucraniano. Es cierto que Alemania tiene una gran dependencia del gas ruso, pero casi dos meses después de la invasión, Berlín debería haber hecho un esfuerzo, como han hecho otros países, para buscar alternativas.
Las sanciones a Rusia y la quiebra del país
Es posible que las sanciones lleven a Moscú a la quiebra, pero para entonces ruinas y muertos habrá puesto el punto final a esta canallada. Hoy, lunes de Pascua, mucha gente vuelve a la rutina. Una rutina que ya ha incorporado la tragedia de Ucrania a nuestro día a día. Mal asunto. En este mundo dominado por el relativismo y por la política de luces cortas, nos preparamos para otro incierto orden mundial, con los populismos dominando buena parte dela escena internacional.