Herrera a las 8, martes 19 de mayo del 2020
El comunicador desgrana una posible vacuna contra la Covid-19 que podría comercializarse a partir del próximo enero
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Celebro saludarles en este martes 29 de mayo del 2020, en este día que hace el número 66 del confinamiento y en el que hemos caído en la cuenta de que las mascarillas sí son necesarias, ahora se lo explico. Pero antes quiero recordarles la interesante conversación, muy interesante, que hemos mantenido con el científico español Juan Andrés, director técnico de los laboratorios Moderna de Massachusetts, que es uno de los que está en esa carrera por encontrar la vacuna. Las declaraciones han sido impactantes porque impactante es el trabajo que ha realizado este laboratorio como están realizando otros en búsqueda de la pócima perfecta. Hay varios en la carrera, Biotec, Pfizer, Fosun Pharma, algunos con la misma técnica que Moderna, otros con técnica diferente.
¿En qué consiste esa técnica? En hacer que el cuerpo fabrique anticuerpos para prevenir o defenderse de un antígeno, en este caso sería el virus. ¿Cómo se consigue que el cuerpo fabrique anticuerpos? A través de varios caminos. Hombre, el primero es que te infecte de verdad el virus, si no te mata, habría que buscar otra fórmula, bien buscar un virus atenuado que entre y excite que el organismo sintetice esos anticuerpos o bien utilizar como vector la proteína que utiliza ese virus.
Pero hay otros caminos, que es el que está utilizando Moderna, que emplea ARN encapsulado. Ese ARN es una biomelécula de material genético que se incorpora a las células de una persona sana, teóricamente, y activa la producción de proteínas del SARS, del Covid, y enseña al sistema inmune a defenderse frente al patógeno.
¿Qué ocurre? En la investigación para llegar a encontrar una vacuna contra un virus es una investigación larga, particularmente larga. Observen ustedes lo que pasó con el virus del Sida.
El virus del Sida llegó a nuestras vidas o se masificó en nuestras vidas al principio de los 80. Desde los 80 llevan los laboratorios investigando una vacuna y todavía no han dado con la vacuna para el virus del Sida, sí con tratamientos efectivos que hacen que la enfermedad sea cronificada, pero no una vacuna.
En este caso, laboratorios del mundo con nuevas tecnologías se han desatado en una carrera en la que inevitablemente no se pueden saltar los pasos de seguridad que toda investigación científica exige, es decir, diferentes fases a las que te obligan las autoridades sanitarias de cada país, particularmente EE.UU. y Bruselas. Fases experimentales en animales, después en humanos en grupos reducidos, después en humanos en un grupo realmente amplio.
Estamos en la segunda fase y en este caso Moderna está en la fase que después de haber experimentado con 45 personas sanas han comprobado que no hay ningún tipo de efecto secundario y analizando el caso concreto de los ocho primeros han comprobado también que con una dosis relativamente baja no solo generan anticuerpos en una cantidad similar a la que tiene una persona contagiada, sino que además esos anticuerpos son efectivos a la hora de bloquear el virus. Escuchen al señor Juan Andrés.
El ácido ribonucleico es poco estable, es decir, las vacunas basadas en ARN tienen la característica de que son muy rápidas de desarrollar. Luego, hombre, el problema es que nunca se habían realizado en humanos. Y ahora sí. Ahora han recibido el permiso para pasar de fase y esperan probar la vacuna en miles de personas ya en el mes de julio. El objetivo es estar muy seguros con una muestra mayor de que no hay ningún efecto secundario, que hasta ahora no lo hay.
Claro, la pregunta que usted se hace, que me hacen todos, es cuándo puede estar esa vacuna. Bueno, pues lo importante de esta charla con el señor Juan Andrés, el español que es director científico de este centro de estudio bioquímico, de este laboratorio, es que calcula que a finales de año en EE.UU. y a comienzos del que viene en otros países de Europa donde también tiene factoría, la vacuna podría estar preparada. Para eso el acuerdo alcanzado con una compañía suiza va a ser fundamental. La intención es hacer mil millones de vacunas.
Y para que vean como fuciona esto. Mientras el mundo estaba a por uvas, particularmente en España ni les cuento. Aquí estaban estos cuantos con la pancartitas de que el machismo mata más que el coronavirus, 8 de marzo, todas pegando saltitos en la calle volver sola y borracha a casa. Bueno, pues esta gente se puso manos a la obra en enero y a comienzos de febrero ya estaban para ensayar en humanos antes de que aquí se decretara el estado de alarma ya se lo habían inyectado al primer voluntario.
Bueno, esto evidentemente va a ser una cerrera, lo cual no quiere decir que vayan a tontas y a locas echando gotitas como profesor Bacterio en los laboratorios. Es una carrera porque, efectivamente, el primero que llegue a la meta que, hombre, va a obtener razonables beneficios a su esfuerzo. Moderna cotiza en bolsa. Ha experimentado un ascenso en las últimas horas y en los últimos días que habrá hecho muy feliz a sus accionistas. Pero es que no solo es ese el camino que se está estudiando. Hay otras compañías, Simba, Simpharm, por ejemplo, la vacuna experimental de la Universidad de Oxford, que no está basada en esta molécula de ARN, pero ha obtenido resultados preliminares en macacos.
Está razonablemente bien. Los chinos andan en algo parecido, con lo cual, efectivamente, la obtención de una vacuna que cambie completamente el panorama de las cosas. Una vacuna sí que permite que se retomen costumbres, formas de hacer, actividad económica, relanzamiento de las sociedades, mucho más que otras medidas paliativas como repartir mascarillas para todos como estamos ahora. La noticia es muy buena, la noticia es sensacional la que nos ha brindado Juan Andrés, que es el director técnico de este laboratorio de Massachusetts que les hemos ofrecido en exclusiva.