Herrera: "El centro derecha tiene que espabilarse porque Sánchez quiere que se elija entre Abascal y él"
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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Espero que estén bien al recibo de la presente. Ya son las 08:00 horas, ya es tardísimo de este día de febrero que hace el número 16. Ahora andaríamos si todo fuera normal, si las cosas anduvieran bien, en trámites de carnaval en aquellos lugares donde el carnaval tiene implantación singular. Siempre pensamos en Canarias, en Cádiz, pero también en otras ciudades como Badajoz, alguna más, donde me vive con intensidad. En Cádiz qué decirles: la final del Falla y después los coros y después... Nada en la viña, en la calle de la Virgen de la Palma, nada. Y a esperar un año más, quién sabe. Y en Canarias exactamente lo mismo. Estaríamos seguramente ahora en Santa Cruz como es habitual, en este programa echando allí un par de días con nuestros amigos del archipiélago, pero nada. Y tampoco luego llegará la Magdalena en Castellón ni llegarán las Fallas ni llegará ni llegará ni llegará ni llegarán.
Es decir, es lo que tenemos que ir toreando con la pandemia porque la pandemia, fíjense ustedes, a un año de haberse empezado a encender todo tipo de alarmas, un año después se lleva la vida en un fin de semana de 700 personas y hay 30.000 contagios y la incidencia acumulada por cada 100 mil personas está en 416 casos. Si entonces lo pensáramos, que creíamos que en verano ya lo íbamos todo a solventar...
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Fíjense ustedes, en el mes de febrero, en el día 16, bueno, pues aún tenemos que estar medianamente aliviados o sentirnos aliviados porque la tendencia es a ir mejorando. Ha estado infinitamente peor. Es que el 27 de enero estábamos en una incidencia de 900 y ahora andamos en la mitad. Es que el año empezó en 272. Claramente ahí se ve el pico de la ola. Y a partir de ahora jugamos con algo que no teníamos el año pasado, que son las vacunas. Es verdad que no hay o no hay en la medida suficiente como para que la vacunación sea masiva o para que se llenen estadios o plazas de toros o lo que sea necesario y polideportivos para ir pinchando a la gente como cuando n la mili nos ponían la vacuna. Yo recuerdo en el campamento, éramos 50 mil tíos y en una mañana nos pusieron un jeringazo a cada uno. Tampoco es tan difícil.
¿De las vacunas sabemos algo nuevo? Ha dicho la Comisión Europea que abril va a ser el mes masivo, es decir, trampearemos febrero con lo que tengamos, marzo se irá acumulando material y en abril, efectivamente, se podrá hacer eso que supone ir vacunando a muchísimas personas todos los días. ¿Al alcance en verano la inmunidad colectiva? Ojalá. Yo no estoy en condiciones de saberlo ni creo que nadie, pero ojalá.
LA CATALUÑA POSTELECTORAL
Y después de todo ello una de las cosas de las que hoy seguiremos hablando es de las elecciones en Cataluña. Sí, es que es así, es que la vida tiene estas cosas. Déjame que yo le doy algunos datos datos que, por cierto, son buenos para poner en la cosa en contexto. Ayer fue un lunes muy duro para muchos constitucionalistas, especialmente catalanes. Gente que pensaba, pues esta tierra no tiene remedio, lo mejor va a ser irse, que mis hijos no se críen en este ambiente, etcétera, etcétera.
Bueno, la moral hay que mantenerla siempre alta. Es verdad que en un país normal debería haber sido el presidente del Gobierno el que diera un mensaje de aliento a los que creen en una Cataluña diversa, bilingüe, tolerante, próspera, tal, tal tal. Lo que por otra parte ha sido la Cataluña que hemos conocido antes de entrar en decadencia, en esta decadencia de todos los órdenes: económico, social, artístico, de convivencia, idiomático... Todo lo que ustedes quieran. Pero el presidente del Gobierno es, precisamente, de los que más contento está de que a su partido le haya ido bien sin dañar a los supremacistas, así que van a tener que ser ustedes los que busquen los elementos para tener esperanza.
¿Hay alguno de esos elementos? Pues, hombre, miren, la gran abstención y el hecho de que los soberanistas hayan movilizado un poco más a su gente no nos deben hacer pasar por alto algo importante. Efectivamente ha habido desafección en el constitucionalismo, gente que se ha quedado en casa, gente que no ha votado, bien, pero los independentistas también han sufrido una desafección muy importante porque de los famosos dos millones de iluminados con lacito y señera han pasado a ser 1,3 millones, es decir, ha habido 700 tíos que han dicho: “Estoy hasta hasta el gorro de vosotros, del procés, de la decadencia, de lo que estáis haciendo con Cataluña...”. Otros habrá sido por la pandemia y también muchos por la miseria que han provocado esos dos millones de independentistas. No eran tan monolíticos como nos hicieron creer. Hay 700 mil que no se han molestado.
LA REFLEXIÓN DEL CENTRO-DERECHA
¿Y ahora en qué estamos? Estamos en el momento del postureo, el postureo nada más. Oiga, hasta que no se constituya el Parlamento, la Mesa y hasta que no se vean claramente las intenciones aquí podemos estar pendientes si quieren ustedes del levantamiento de ceja, del gesto, de la palabra, del gerundio, del mohín, del saludo, del acercamiento, del no acercamiento. Porque queramos ver, somos muy pelmas en eso. Creamos ver indicios en cada uno de los gestos de las cosas que hagan, pero es perder el tiempo y dejar de hablar de las cosas importantes.
Claro, la monserga catalana yo entiendo que para aquellos que no estén en la misma pomada, en el mismo centro de la pomada catalana empieza a ser eso, monserga. Simplemente déjame decirle que podemos estar ante un probable gobierno soberanista de ERC y Junts, liderado por ERC. Lo que pasa es que saa decisión la tomas un señor que está en la cárcel y se llama Oriol Junqueras. Depende de lo que le pueda más: las ganas de machacar a Puigdemont, al que detesta, es mutuo, o bien las prisas por el provocar un nuevo procés, lo cual dificultaría su indulto. También si el deseo de su indulto le llevaría a entenderse con el PSC, siempre presidiendo el gobierno Esquerra.
El ganador de estas elecciones ha sido Salvador Illa y ha anunciado que abrirá una ronda de consultas para intentar presentar su candidatura, pero recordemos, primero, que eso es prerrogativa del presidente del Parlamento. Son gestos de cara a la galería como va a haber absolutamente todos los días. Simplemente le añado alguna consideración. Vamos a ver, el posible gobierno de Esquerra, comunes, Partido Socialista, pues, hombre, convine bastante a los tres porque Esquerra defenestra a Puigdemont, influye en los indultos y, sobre todo, está en el lugar y con el partido, que es el PSC, que en su gobierno central va a manejar los fondos de la Unión Europea que van a llegar a todas partes y que son más necesarios que en ninguna otra parte en Cataluña para mangonear o para no mangonearn pero son necesarios. Iglesias está en otro gobierno y Sánchez, pues también. Qué gran influencia tengo en Cataluña. Cuidado, que eso también te hace tener más precio a pagar, pero como no lo paga él, lo pagamos los demás, así que ya veremos.
Si hoy empieza un nuevo procés, Cataluña ahondará en su decadencia, más empresas se irán, menos inversores llegarán y el centro derecha, pues debe entenderse y quién sabe si refundarse. Hay que redimir una cuestión en lo que afecta al centro derecha: Cs y PP. Dirimir si lo de Cataluña es extrapolable o no a España porque en función de eso hay que tomar decisiones. Si es extrapolable ya pueden ponerse de acuerdo, ya pueden establecer, incluso, visos de refundación. Si no es extrapolable que cada palo aguante su vela, pero dense prisa porque pronto habrá hartura de Cataluña, mucha hartura de Cataluña.
A pesar de que Sánchez haya conseguido cargarse a Ciudadanos, quiere acabar con el PP y que la alternativa sea Vox, que es lo que le interesa. Que los electores moderados tengan que elegir entre Abascal y él. Por eso el centro derecha tiene que espabilarse.