"Este fin de semana ha resucitado la extrema izquierda para tapar responsabilidades de Pedro Sánchez"

Señoras, señores, me alegro, buenos días. 

6 de la mañana, 5 en Canarias, es lunes, es 11 de noviembre, del 2024, nueva semana en Valencia, con sentimientos encontrados, sobre todo para encontrar a las 32 personas que siguen desaparecidas con una cifra de fallecidos en 222. Hay mucha gente que siente que no avanza el ritmo que quisieran o que van asimilando con el paso de los días, que lo de estar sin casa ni bienes materiales por desgracia va para largo. Por el otro sí hay pequeñas victorias a las que agarrarse en esta lucha por recuperar la normalidad. Hoy, por ejemplo, las voces infantiles volverán a escucharse a la entrada de un colegio, se retoman las clases.

No todos los colegios, porque hay algunos que hay que desinfectar para meter a los niños con todas las garantías. Y luego otra pequeña victoria es que este lunes se está previsto que empiece a funcionar el bypass de la nacional 330 y pasado mañana que la a7 comienza a estar operativa, que el jueves se retome el servicio del AVE. Entre Valencia y Madrid. No a pleno rendimiento, porque me imagino que esto va a tomar más tiempo, porque no es un mundo perfecto, pero el trabajo de miles de personas, que la verdad es que se están dejando el alma, empieza a anotarse.

Y ahora hay que hacer una reflexión, que me permiten, acerca de los acontecimientos del fin de semana y de cómo va retomando, cómo va tomando cuerpo. El debate y el relato en este asunto de la dana, más allá de las noticias puntuales que nos lleven a ver cómo está la seguridad sanitaria, cómo llega los acuerdos entre gobiernos, es decir, el aparato del Estado para la reconstrucción, etcétera. Este fin de semana ha resucitado la extrema izquierda, tan violenta y radical como es siempre, y el separatismo, el pancatalanismo valenciano que lo hay, en las calles para tapar responsabilidades de Pedro Sánchez. Pedro Sánchez salva al pueblo, ha llegado a imprimir en algunas paredes. La izquierda aprovecha muy bien los episodios traumáticos, no digamos los muertos. El oportunismo va a ser difícil que ceda, no cesará porque quieren cobrar pieza, y la forma de cobrar pieza además es una manera de salvar su responsabilidad.

Se atisva, si es verdad, institucionalmente, si quieren ustedes un cierto tono constructivo, porque la reconstrucción de Valencia es un trabajo de gobierno y de generalidad y de todas las administraciones locales, no locales europeas también. Sin acuerdos de Estado, eso va a ser imposible. Pero la responsabilidad política ahora es el tema inevitable.

Hay una lucha titánica por otorgarle todo el peso de una catástrofe natural al presidente de la Generalidad de Valencia, Carlos Mazón, sobre el que podemos hacer todas las consideraciones que quieran hacer, si estuvo más menos ágil, más menos acertado, o si realmente su administración dio todo lo que podía dar de sí en los momentos críticos. Es decir, se le pueden atreuir errores, claro, pero una cosa son los errores y otra la dejación. En puridad habría que otorgarle también a todos los gobernantes que en 50 años en Valencia no han tomado iniciativas que se han demostrado ahora necesarias una responsabilidad parecida. Pero no sólo gobernantes de la comunidad de Valencia, también del Estado.

Lo cual no quiere decir tampoco que Carlos Mazón no deba carrear los errores que ha cometido o que haya cometido. Le faltó de eleigencia, sí, pero no sólo a él. A Teresa Ribera, a Margarita Robles, a Marlaska y, por supuesto, a Pedro Sánchez. ¿Con quién comieron ellos ese día? O es que no comieron.

Pero especialmente Pedro Sánchez, que no actuó por cálculo político. Que solamente se ha preocupado de los relatos y la propaganda. Hasta de su huida de payporta ha hecho poco menos que un relato heroico. ¿Y la pregunta inevitable es ¿Tiene que irse, Carlos Mazón? Pues a lo mejor, sí. Desde luego no ahora. Pero desde luego nunca solo. Mazón no tenía o no estaba donde tenía que estar durante unas horas. Sí. Pero Pedro Sánchez y todo su gobierno, tampoco. Porque tiene el mando. Y no puede delegarlo.

Hay un interesante trabajo hoy en eldebate.com al respecto. A una emergencia nacional le corresponde una respuesta nacional. ¿Pudo el gobierno de la Generalidad ser más eficaz? Indudablemente. Pero mucho más grave es un gobierno, gobierno de la nación, desaparecido, que pronuncia la frase fatídica, que espero le persigue a toda su vida a este sujeto: si necesitan algo que lo pidan.

Solo ha sido eficaz en organizar una campaña, como la del Prestige, la del 11M, que incita o que nos lleva a varias preguntas, que se diría que hubieran dicho los manifestantes de este fin de semana si el gobierno hubiera sido el anterior. ¿Se habrían manifestado? ¿Qué se diría si el presidente del gobierno enactivo ahora hubiera sido Núñez Feijóo? ¿A dónde hubieran dirigido todos estos sus protestas radicales y violentas de este fin de semana?

Ahora no es el momento de dimitir, porque desde luego eso crearía ahora mismo en la Comunidad Valenciana un barbaro caos político. Y desde luego no dimitir mientras no rindan cuentas quienes son responsables en primer grado y eso son el gobierno de la nación. Que dimita Mazón, si, pero un segundo después de que lo haga Pedro Sánchez.

Y si quieren repasamos, minuto a minuto, muchas de las cosas que se han venido sucediendo y sobre todo, las que pueden suceder a partir de ahora. Desde luego resulta estomagante, comprobar como todos los que tienen mucho que callar, están aprovechando la desgracia de la dana para venirse arriba.