En 'Herrera en COPE'
"Bajar el listón con fines políticos es un riesgo para el sistema educativo"
Pasar a Bachiller con un 4 y dos asignaturas suspensas, no es tan grave, afirma Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema, "otra cosa es que se utilice políticamente para bajar las cifras de fracaso escolar que da nuestro país en los parámetros internacionales, eso sí es un riesgo".
Madrid - Publicado el - Actualizado
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¿Estamos fomentando que el esfuerzo se tire a la basura? "No, el problema es que hemos vinculado el esfuerzo a conseguir una nota y no a aprender, subrayando aprender. El problema es más profundo, hay que cambiar la cultura de evaluación la forma en la que es enfoca como evaluamos a los niños. Hay gente que piensan que solo se van a esforzar en conseguir medio punto o tres décimas más, este no es el problema, es una especie de cortina de humo que esconde muchas cosas más y más urgentes" asegura Carmen Pellicer, teóloga, pedagoga y presidenta de la Fundación Trilema.
“Hay que cambiar la metodología y la forma de aprender, una forma de ofrecer una diversidad de opciones para que puedan aprender distintas materias y opciones porque no todos los niños son iguales, fuertes en las mismas materia, tenemos un empeño muy grande en homogeneizar los itinerarios de la Secundaria y eso es un error. Confundimos la finalidad de la ESO que es educarles para afrontar la vida con la finalidad del bachillerato que es prepararles para una vida académica o para una profesión. La Secundaria obligatoria tiene otras finalidades hay que ofrecer opciones y formas positivas para que todos alumnos puedan aprender todo lo que vayan a necesitar y que la motivación sea alta y se invite y se eduque a los niños en la cultura del esfuerzo” insiste la pedagoga.
Añade Carmen Pellicer que no es tan grave la medida porque "en la Secundaria hay 48 asignaturas, el que un alumno apruebe 46 y dos nos las supere no quiere decir que ese alumno no tenga una educación base suficiente para afrontar otras opciones o bien laborales o incluso volver más adelante al sistema académico, no hay que sacar las cosas de quicio. Me gusta el sistema anglosajón en el que al final cuenta las asignaturas que se han superado, no se ve que falta una asignatura por afrontar, la Secundaria Obligatoria es un periodo educativo no solo instructivo, no se trata solo de que aprendan a hacer ecuaciones de tercer grado sino de que vayan superando distintas competencias vitales y superen una cantidad suficiente para afrontar otro tipo de opciones de futuro y aquí mezclamos las dos cosas
“Pueden no llegar al 5 pero tienen que conseguir un 4,96 que supondría haber dejado una de las dos instrumentales. Hay niños que vienen de situaciones marginales y no es fácil que algún alumno en esa situación porque no apruebe las matemáticas, se le atasquen, a ese niño se le nieguen opciones de futuro porque a los 17 años salir sin un graduado escolar, sin una educación básica, se le nieguen otras opciones en la vida. Otra cosa es que se utilice políticamente para bajar las cifras de fracaso escolar que da nuestro país en los parámetros internacionales, eso es un riesgo, estas medidas se hacen de forma aislada y a corto plazo y con un fin mediático. De repente bajar los listones eso sí es un riesgo” asevera la Presidenta de la Fundación Trilema.