Buscar piso como estudiante se convierte en una profesión de riesgo: "Hemos encontrado hasta moho"
Varias universitarias explican en "Herrera en COPE" la actual situación ratificando el alto precio de los pisos y las malas condiciones que presentan muchos de ellos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La subida de los precios nos afecta mucho. La inflación en España, atendiendo a la último dato de julio de la tasa de variación anual del IPC, es del 10,8%, lo cual contrasta con el ámbito de los salarios, ya que estos para nada están subiendo. Esto supone que los que viven de alquiler lo tengan francamente complicado, ya que sube el precio de la casa que tienen alquilada, pero no lo que ganan. Ante esto, el pasado mes de marzo, el Gobierno aprobó limitar la subida de los alquileres al 2 % en los contratos que se renueven hasta el 30 de junio, como tope obligatorio para los grandes tenedores (propietarios de diez o más viviendas), mientras para el resto se aplicará cuando no haya otro acuerdo entre las partes. Como la complicada situación es una constante, el Gobierno amplió la limitación del incremento de la renta en las actualizaciones anuales de los contratos de alquiler de vivienda hasta el 31 de diciembre de 2022.
Según datos del sector inmobiliario, 43 ciudades españolas tienen precios más altos que hace tres meses. Pero tanto los precios, como las subidas, no son iguales en todas las localidades de nuestra geografía. Es por esto que el alquiler no es el mismo en las grandes capitales que un cualquier otra ciudad. Pese a que esto afecta a todos, uno de los grupos que más lo sufren los estudiantes, quienes dada su economía y su corta estancia en sus puntos de estudio se ven obligados a alquilar pisos o habitaciones. Eso sí, cada vez de manera más compleja.
Para conocer cual es la situación real de los estudiantes de cara a encontrar piso para este nuevo curso, Elena Urquiza, estudiante de historia del arte e inquilina en Sevilla, y Belén Ruiz, estudiante de un máster de bioquímica e inquilina en Barcelona, se pasan por los micrófonos de "Herrera en COPE" para despejar todas las dudas sobre este suceso.
"Desde el
que empecé a buscar pisos, he notado que han subido bastante. El primer año pagaba 267 por una habitación muy céntrica, con aire acondicionado en todas las habitaciones
, pero por lo menos estaba justo en el centro. Yo es que mi facultad está detrás en el centro y aunque te puedas encontrar pisos ahora más baratos en otras zonas tipo Santa Justa, que no hay ninguna facultad de al lado, esos precios por los que yo estaba buscando, han subido desorbitadamente. Y ahora pago para más lejos, casi lo mismo que pagaba en el centro con todas las habitaciones con aire acondicionado", responde Urquiza al ser preguntada por como ha sido su experiencia encontrando pisos en Sevilla y por como ha cambiado la situación durante estos años.
Uno de los métodos más utilizados por lo estudiantes para conseguir minimizar gastos es compartir piso y alquilar solo las habitaciones. Pero el proceso de encontrar compañeros con quienes poderlo compartir, dada la situación y las distintas variables, como las geográficas, no siempre es tan sencillo: "Al
éramos tres. Entonces estábamos buscando cada uno, buscamos en portales o en la bolsa de alojamiento de la Universidad de Sevilla que también ofrece algunos pisos. Pero no encontrábamos nada. Nos organizamos, llamábamos y, sobre todo, es que
por lo cual era muy difícil encontrar un piso a un precio asequible que aceptara estudiantes. "Luego descartamos la opción de que fuéramos tres ya que una de las personas con las que iba a compartir piso, en el que ella estaba, una habitación se iba quedar libre. Así que, pues por ahí me pude meter en la habitación. Pero desde mayo, llevábamos buscando y hasta finales de julio, que no se quedó esa habitación libre, no encontramos nada", agrega la estudiante de historia del arte.
"Cuando íbamos el piso era enano, los muebles parecía que se iban a caer. Hemos encontrado hasta pisos con moho. Por lo cual, nos organizamos para verlo y llamar, pero al final era imposible y tuvimos que dividirnos y yo entré en otro piso con otro amigo", expresa Elena manifestando las pésimas situaciones en las que estaban algunos pisos que sí podían ver para alquilar.
Preguntada por el tema de los precios, la estudiante de Sevilla afirma que "sí" es más caro conseguir un piso ahora: "Antes las condiciones eran otras. Tipo, todas las habitaciones con aire acondicionado, un piso limpia, un piso céntrico, es decir, un piso con
más bien moderno. No te digo que lo hubieran reformado el mes anterior, pero sí que es verdad que los
sean de ahora.
Ahora mismo puedes encontrar un piso con
antiguos, que no sabes que si van a funcionar los electrodomésticos. Sobre todo yo nunca había visto un piso con moho y ahora pues visto", expresa Urquiza ratificando la malas condiciones de muchos de lo pisos de Sevilla pese a la subida de precios.
Barcelona, el culmen de esta situación
Lo cierto es que la situación en Sevilla, dista mucho de ciudades como Madrid o Barcelona, donde el precio del alquiler mensual ronda los 1200 y los 1300 euros. Según datos del sector inmobiliario, la subida del precio del alquiler en Barcelona duplica a la de Madrid. En la ciudad condal, el alquiler ha subido hasta un 18% en el último año. Y en Madrid, un 7,9%.
Para profundizar más sobre el caso de la capital catalana, Belén Ruiz, estudiante de un máster en salud pública e inquilina en un piso de esta ciudad, atiende a "Herrera en COPE" para explicar su situación:
"La verdad es que sí me costó un poco, unas cuantas semanas buscando la verdad. Pero bueno, esto también porque yo iba sola hacia Barcelona, entonces buscaba una habitación individual, que era mucho más sencillo que buscar un piso para entrar de nuevo", responde la estudiante al ser consultada por la dificultad de encontrar su nueva residencia.
El problema no parte de la cantidad de pisos, es decir, de la oferta, sino que independientemente de eso los precios se encuentran en máximos, suponiendo el gran factor y motivo que dificulta la búsqueda: "Yo el año pasado, la verdad que cuando empecé a buscar, sí que me parecía un precio muy elevados. Pero claro, es lo que pasa no, que como es una gran ciudad como que la gente tiende a asumirlo y ya está. Pero sí que es verdad que son como vosotros habéis dicho, precios que están por encima de nuestras posibilidades como estudiantes", expresa Ruiz.
"Me cuesta 365 euros con gastos. Por así decirlo, es lo barato, de lo más asequibles que hay", añade Belén. La situación se intensifica teniendo en cuenta que hay personas que están pagando 400 o 450 euros, lo que multiplicado por 4 personas son 1460 euros: " No sé cómo lo harán".
Pese a la gran oferta, la demanda es igual o mayor, lo que convierte la búsqueda de piso en un proceso muy complejo: "Sí, la verdad es que hemos tenido que descartar muchos. También como estudiantes nos conviene aquellos que están más cerca de la universidad. "Hemos encontrado de todo tipo desde pisos. Algunos tienen como dos o tres habitaciones sin ningún tipo de iluminación, habitaciones ciegas que no tienen ni ventana o si tienen ventana no entra un rayo de luz. También como decía Elena, los muebles ya están muy viejos y claro, pues incorporarte en estos pisos no te da muy buenas sensaciones. También Barcelona es una ciudad con barrios muy polarizados. Al fin y al cabo hay algunos en los que la sensación de seguridad pues es carente", agrega.
El colmo de la situación llega cuando, durante el propio alquiler, su casera les intento subir el precio de la estancia: "Intentó como subirnos 50 euros por persona, pero yo creo que como sabía que el piso era muy viejo y demás, creo que al final se echó para atrás. También nos ha estado cobrando de otras cosas como un seguro del hogar, que eso técnicamente no debería", declara la estudiante argumentando aún más la situación presente.