Del café a la hamburguesa pendiente: la iniciativa de un carnicero de Bilbao para ayudar a los demás

Llegar a una cafetería y pagar dos cafés, pero tomar solo uno, o ir a una carnicería y pedir dos hamburguesas, pero llevarte solo una. Son dos modalidades de una misma acción solidaria: lo que se conoce por ‘cafés pendientes’, que ha alcanzado una nueva dimensión en Bilbao: las ‘hamburguesas pendientes’. La iniciativa que consiste en dejar un pedido pagado para que lo tome cualquier persona sin recursos la encarna Rodolfo Crespo, el carnicero de La Ribera, que reparte hamburguesas entre personas en situaciones complicadas.

Según ha dicho este martes en 'Herrera en COPE', después de un año trabajando en esta iniciativa, están "entre las 150" hamburguesas. "Son los vaivenes de la vida, que a veces te ponen en un sitio o en otro. Hoy les toca a unos y mañana a nosotros, vete a saber. Por ahí va la cosa", ha dicho sobre su compromiso con la solidaridad. Y es que, como ha explicado, detrás del mostrador "descubres aspectos de la vida que no te figuras".

Otra de las ideas de Rodo es montar un banco de alimentos en el Mercado de la Ribera, pero sobre productos perecederos porque siempre "son sobre productos secos". "Todo se andará".

Además, este carnicero de Vizcaya hace anualmente un sukalki solidario. Se trata de un guiso "al aire libre y a la vista de todo el mundo" de toro de lidia. Luego se venden las raciones, están entre las 500, y ese dinero se recauda y se administra a "entidades que trabajan por la sociedad" como las que investigan las enfermedades raras o el cáncer infantil. "Ya llevamos 10 años", ha explicado.

Rodo Crespo ha puesto el foco en la alimentación de los más pequeños. Ha dicho que conoce la "necesidad de la proteína en su desarrollo" y que "su ausencia provoca carencias". Por eso, la importancia de su iniciativa porque "con esos pequeños aportes podemos ir complementando sus dietas".

A Rodolfo Crespo no le frenó que su negocio no tuviera nada que ver con el café. Su empresa familiar, con 60 años de historia, ocupa el puesto más solidario del Mercado de la Ribera de Bilbao.