La salud mental, quizá, sea uno de los grandes desafíos que nos plantea el mundo de hoy. La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de cuidar la salud mental. Preocupan especialmente los jóvenes. Además de la familia, el entorno educativo juega un papel importante, no sólo en este aspecto, sino en todo aquello que preocupa al joven de hoy que busca dar sentido al difícil mundo que le rodea.

La Fundación Pablo VI ha querido poner el foco en estas cuestiones en su Curso de Bioética para Profesores de Secundaria y Bachillerato. Una de sus docentes, también profesora de secundaria en el colegio Padre Damián de Barcelona, es Carolina Ramírez, que ha pasado por 'La Linterna de la Iglesia' para abordar los contenidos de este curso.

Carolina asegura que "los jóvenes se enfrentan a un mundo muy incierto, y esto, a veces les genera muchas angustias. Algunas las manifiestan, otras son más inconscientes. A veces se refugian en un mundo paralelo, habitado por una videoconsola o una pantalla de móvil, pero sí que se cuestionan muchas cosas. En cuanto en el aula planteas un tema, desde una tutoría o desde la materia de Proyectos que tenemos nosotros, sí que se plantean cosas".

También afirma que la pandemia ha dejado muchas secuelas entre los jóvenes: "En algunas promociones, los que ahora están cursando Bachillerato y 1º de Grado, hemos notado cómo la época de empezar a salir, de descubrir a los amigos y el mundo del otro lo vivieron encerrados en casa. Y eso se ha notado. Quizás cuando han vuelto a salir lo han hecho en tropel y de forma un poquito irregular".

Por eso, desde los centros se pone más que nunca la mirada en la salud mental de los más jóvenes: "El tutor establece cierta complicidad con el alumno, mantiene entrevistas individuales con el alumno, a veces más importantes que las que puede tener con los padres, y ahí es donde debe ejercer la responsabilidad de detectar cosas y trabajar de manera conjunta con la familia", explica Carolina Ramírez.